𝙿𝚊𝚜𝚌𝚊𝚕

172 4 0
                                    

Te acordaste cuando le diste la noticia a Pedro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Te acordaste cuando le diste la noticia a Pedro. La primera reacción fue de sorpresa. Estuvo en silencio durante una hora completa, de pie en medio de tu habitación con las pruebas en la mano, mirando al vacío. En siete meses, ya no estarían solo ustedes dos.

Esperaste y esperaste y esperaste mientras Pedro miraba tu rostro y luego tus exámenes. Llegó un cierto punto en el que no querías quedarte allí más tiempo, esperando su reacción. Bajaste las escaleras y paseaste por la habitación.¿Y si lo odiaba? ¿Qué pasaría si quisiera que no lo tendrían? Pero, él todavía quería tener hijos, ¿verdad?Sacaste tu celular y jugaste con él entre tus dedos.

Necesitabas hablar con alguien al respecto, no sabías si llamar a Lux para ver si la reacción de su hermano era normal o llamar a tu mejor amiga y casualmente la esposa de su mejor amigo, Elvira.

Tus ojos ya ardían con lágrimas inminentes. Fue entonces cuando sentiste que tus pies se despegaban del suelo y recibiste el abrazo más fuerte que hayas sentido en tu vida. Pedro te mantuvo allí, pegada a él, repartiendo besos en tu rostro mientras te mojaba con sus lágrimas."¡Te amo mucho! Gracias", y así te dio otra sesión de innumerables besos "Me hiciste el hombre más feliz del mundo, tú y nuestro bebé. ¡Todavía no puedo creerlo! Te amo, los amo a ambos."

Y así fue como te convertiste en una diosa en esa casa. Sin estrés, sin esfuerzo. Pedro había contratado a alguien para que  ayudara con las tareas del hogar durante su ausencia. Si el viaje era largo, podías estar segura de que Lux o Elvira u Oscar se presentaban constantemente en tu casa.

Había varios lenguajes de amor, y sabías desde hace años que el lenguaje de Pedro estaba presente, así que siempre encontraba la manera de hacerlo. Un domingo por la noche estabas sola en casa, la televisión mostraba a Pedro extremadamente feliz dando unas entrevistas sobre la nueva película con Nicolas Cage. Todo había sido grabado por la tarde, pero tu inquilino de cinco meses en tu vientre no te dejaba quedarte despierta para verlo en vivo. Pero lo importante era que estaba radiante y en consecuencia, tú para él. Hasta que escuchaste las palabras que desviaron tu mente de su enfoque.

Pizza congelada. No era algo que comieras a menudo, ya que te encantaba cocinar, así que era difícil para ti conseguir algo congelado. Pero la forma en que las palabras salieron de la boca de Pedro, o tal vez el hambre que ya te trajo la noche. Te pusiste el primer vestido que viste y partiste en busca de un mercado abierto cercano, ya que sabías que Pedro debería estar en casa pronto.

Encontraste una pequeña tienda de conveniencia cerca y entraste emocionada agarraste algunas pizzas, un galón de jugo y te fuiste.

Llegando a casa emocionada y poniendo todas las pizzas en la mesa. Tal vez habías cruzado un poco la línea. Cinco pizzas era mucho para dos personas.

Antes de que pudieras empezar a hacerlas, escuchaste que se abría la puerta del garaje, sabiendo que finalmente estaba en casa."Buenas noches amor" dijo en voz alta, aun sin saber en que parte de la casa te encontrabas.

"Buenas noches cariño" y pronto lo viste entrar a la cocina. Pedro vino hacia ti y te dio un dulce beso en los labios y un abrazo, como si hubiera estado días lejos, pero habían sido horas. Él también se inclinó rápidamente, depositando un beso en la parte superior de tu vientre.

"¿Cómo están mis niñas?" caminó alrededor, mirando la pila de pizzas "Creo que con hambre"

"Vi tu entrevista y luego hablaste de pizza..." Dejaste la frase flotando en el aire "Tenemos tocino, queso, pepperoni" intentaste hablar, viéndolo reír "¿Qué pasa? No podía decidirme por el sabor".

"¿Un antojo más entonces?" fue en busca de una de las bandejas para hornear para poner la pizza en el horno "¿Se te han ido las náuseas?"

"Sí, fue justo esta mañana, ¿podemos hacer la de queso?"

"Por supuesto mi vida. ¿Fuiste al mercado esta noche?"

"Sí, acabo de regresar de allí. Fui a esa conveniencia cerca de la casa de Oscar "—explicaste, distraída por la pizza congelada que sacaban de la caja. Lo que pensabas que era un simple deseo había comenzado a aumentar.

"Me podrías haber avisado, yo nos la traería, no hay problema" comentó, notando tu rostro al ver la pizza congelada "No me digas que..."

"¿Puedo tener un pedazo?" preguntaste, con los ojos brillantes.

"Pero todavía está congelado, dulce"

"Pedro, se ve tan sabroso. Ella lo quiere, no yo" señalaste tu prominente barriga. Era imposible que Pedro lo negara, no contigo con ese aspecto.

Simplemente tomó un trozo con delicadeza y lo colocó en un plato, dándotelo a tu mano. Pedro se agachó rápidamente a la altura de su barriga."Aurora, tienes que dejar de darle a tu madre estas ideas locas", fingió regañar a su hija por nacer y sintió su patada casi como una respuesta a él "¡Está bien, ganaste!"

"Sabes que ella te va a mandar así, ¿verdad?" le diste un mordisco generoso a tu pizza congelada."No puedo esperar a que eso suceda. Ahora ve a sentarte y mira tus programas, yo hago las pizzas aquí, amor".

"¡Pero Pedro!" amenazaste con quejarte, pero él te dirigió hacia la sala de estar."Cómelo pronto o tu pizza congelada se calentara y no quiero que mi hija se queje"
















"Cómelo pronto o tu pizza congelada se calentara y no quiero que mi hija se queje"

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

¿Ustedes creen que tengo una obsesión con los cuarentones+ y los bebés?

Porque yo estoy sospechando que si.

𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴Where stories live. Discover now