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La ansiedad que se había gestado brevemente dentro de ti al sentir una cama vacía se desvaneció instantáneamente cuando observaste la vista frente a ti.Diego estaba encorvado sobre su computadora portátil, su cabeza empequeñecida por el enorme par de auriculares que la adornaban. Lo viste teclear, completamente en su propio pequeño mundo mientras trabajaba incansablemente para crear su próxima obra maestra. Debido al ángulo no pudiste ver su expresión, pero imaginaste que su labio inferior estaba atrapado entre los dientes y su ceño fruncido y fruncido mientras se concentraba en la pieza de edición frente a él.
Te deslizaste de la cama en silencio, con la esperanza de que sus auriculares bloquearan cualquier ruido de fondo. Decidiste ponerte la camisa desechada de la noche anterior por la cabeza, ya que ahora él estaba completamente vestido.
Caminaste de puntillas hacia él, sonriendo por la forma en que saltó ligeramente cuando pasaste la mano por su hombro y ahuecaste el costado de su cuello.Diego giró su silla para mirarte, sus ojos chocolate oscuro te observaron mientras lo ayudabas a quitarse los audífonos francamente ridículamente grandes de su cabeza.
''Me asustaste". Su tono acentuado salió suave y sensual, y como siempre se consolidó como tu máxima debilidad.
'Buenos días chico estrella'. Respondiste, tus dedos jugando con los largos mechones de cabello cerca de la nuca de su cuello. Lo estaba dejando crecer desde que terminó la filmación de Rogue One.
Diego movió los ojos, amenazando con ponerlos en blanco ante la mención de tu apodo tonto para él. Te reíste en voz baja, tus manos sin dejar su cabello mientras fingía estar enojado contigo. Parecía relajado en la silla como si trabajar fuera la cosa más natural del mundo para él con las piernas abiertas, lo que hacía que su regazo pareciera atractivo, pero te resististe a él por ahora.
Eventualmente, Diego renunció a su falsa molestia y extendió las manos para deslizarlas debajo de tu camisa, colocándolas planas contra la parte posterior de tus muslos mientras te acercaba a él. Tu respiración se atascó en tu garganta ante el movimiento íntimo, pero él se detuvo en seco para presionar un casto beso contra tu estómago vestido, sus ojos se movieron rápidamente para mirarte muy seriamente.
"Te extrañé. Siento que no lo dije anoche".
'No era necesario. Me di cuenta' . Respondiste divertida, haciendo que volviera la cara avergonzado mientras presionaba su mejilla contra tu abdomen."Es difícil estar lejos. No me gusta dejarte atrás" . Su tono sonó entre dientes contra la tela de tu camiseta y mirarlo desde arriba lo hizo parecer extrañamente vulnerable.
'Estoy feliz de maravillarme de ti desde la distancia. Y soy bastante capaz de perseguir mis propios esfuerzos creativos, muchas gracias' . Te reíste, acariciando su cabello juguetonamente.
"Soy demasiado blando para ti. Y sí, eres increíble". Diego sonrió, tratando de tirar de ti para besarlo.
'Lo siento no será suficiente como una disculpa, me temo. Tendrás que llevarme de vuelta a la cama.' Bromeaste, tu voz chillando de sorpresa cuando Diego se lanzó hacia ti desde su silla causando que los dos aterrizaran en la cama con un ruido sordo.
