Daddy Issues (Adam Driver y tú)

45. Lo que sucedió P2.

        POV Adam.

                        •Dos meses después•

       —¡Voy saliendo! —gritó Daisy tomando su chaqueta y bolso.
       Adam extrañado, se puso de pie y saliendo de su oficina miró hacia la puerta de salida.
       —¿De... de nuevo? —preguntó tímidamente.
       —¿Me estás controlando? —preguntó riendo aunque un poco molesta.
       —No, pero... —miró la hora en su reloj de muñeca. —ya es tarde y... ¿con quien saldrás? —salió de la habitación acercándose a ella.
       —Si, me estás controlando. —se cruzó de brazos.
       —Amor.
       —Adam... —rodó sus ojos. —¿quieres saber? Bueno. Antes me junte con Seba, ya que quería que lo ayudara con una de sus ideas para una obra de teatro que está haciendo y ahora, saldré con las chicas. Quieren beber algo.
       —Pensé que podríamos ver alguna película y...
       —Adam, ¿a quien quieres engañar? —rió interrumpiéndolo. —Te quedarás dormido a la mitad de la película.
       —Bueno, el punto es pasar tiempo contigo. —respondió un poco ofuscado —¿Hace... hace cuanto que simplemente sales y... y solo gastas dinero y...
       —¿Espera qué? —preguntó frunciendo el ceño a la defensiva.
       —No te hagas Daisy.
       —¿Sabes? —dijo levantando sus manos —No quiero tener esta conversación.
       —Claro, si últimamente no tenemos ninguna.
       —¿Y quieres saber por qué? ¡Porqué te la pasas trabajando o si no, estás ocupado estando deprimido!
      Adam negó la cabeza incrédulo por las palabras de Daisy.
       —¿Es en serio?
       —No quiero hablar más. —se giró caminando hacia la puerta, pero Adam molestó la siguió.
       —Quédate ... debemos hablar. —le dijo tomándola de la mano para que se girara a lo que ella tiró su mano.
       —¿Qué te pasa Adam? —le preguntó enojada.
       —¿Cómo te puedes ir así?
       —Te digo que no quiero hablar.
       —¿Y prefieres dejar las cosas así e irte con tus amigas a beber?
       —Si, es lo que prefiero.
       —No puedo creerlo.
       —¿Qué quieres que te diga?
       —Acabas de decir que lo único que hago es... es trabajar y estar deprimido. Sabes que si estoy a cargo de esa empresa es porque... es porque tú me dijiste que debía hacerlo.
       —Era tu obligación.
       —¿Mi obligación? Tu me conoces Daisy ¿de que mierda hablas? Desde que nos conocimos sabes que no quería ser parte de la empresa de mi padre y que gracias a eso... ese día cuando ellos... —su mentón comenzó a tiritar por lo que tuvo que girarse refregando su cara sin poder terminar.
       —¿Entonces esto es mi culpa? Ahora yo soy la culpable de tus putas decisiones.
       Adam se giró a mirarla incrédulo de su actitud.
       —¡Wow! ¿Es una broma?
       —Me quedaré con Jane, quizás... quizás debemos pensar ciertas cosas.
       —Amor... ¿que dices? —preguntó Adam esta vez sintiendo dolor en el pecho.
       —Lo siento Adam, es mejor así. Nos vemos mañana. —Girándose, abrió la puerta y salió del departamento dejando a Adam solo.
       Sus ojos se aguaron y sus manos se empuñaron aguantando el mal estar que estaba sintiendo. Su corazón se agitaba con fuerza y sentía que se iba a salir de pesadumbre. Las lágrimas sin avisar humedecieron sus mejillas, y aunque quisiera contenerlas no pudo.
       Derrotado camino hacia el sillón y sentándose de golpe puso sus manos sobre su rostro dejando salir del dolor que sentía.

       ¿Qué estoy haciendo mal?

       —En serio que lo estoy intentando. —dijo con su voz completamente quebrada en tanto sus lágrimas caían sobre sus palmas.
       Estaba tan cansado, agobiado, dolido y desconsolado. Nada tenía sentido en ese momento por más que lo intentara. La culpa seguía creciendo en él, y ahora no solo por la muerte de sus padres, si no por que al parecer estaba perdiendo a Daisy, quien según para Adam era el amor de su vida.