IV ~ Capítulo 21 - "Nave espacial"

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¿Que pasa si si es mi hermano? —Javier dudo por un minuto si en verdad quería saberlo.

Estaras para él —Erick buscó la mano de Javier para sujetarla con fuerza.

Gracias —Javier le sonrió.

¿Qué ocurre aquí? —Belen y su madre habían entrado de repente atrapando a Erick y Javier en una escena extraña.
Con rapidez Erick soltó la mano de Javier y se puso de pie. Javier aclaró su garganta y suspiro profundo conectando miradas con Erick de nuevo.

No sabían que escusa poner, los habían atrapados en una escena algo incómoda. Belén y su madre los miraban esperando con que iban a salir ambos aunque la sonrisa de la mujer mayor no podía esconderse del todo al mirar el nerviosismo con el que su hijo y compañero compartían miradas, la imaginación de la mujer estaba volando y Javier solo con una mirada logro percatarse de lo que su madre parecía entender.

—No vayan a pensar que Erick y yo...

—¿Que Erick y tú qué, hijo?

—yo solo pienso que Erick se acercó a mí para poder estar cerca de ti —dijo Belén entendiendo el juego de su madre.

—No, eso no es verdad —se apresuró a decir Erick.

Madre e hija querían soltar la carcajada ante la mirada de ambos pero también querían continuar con su broma de ver como ambos chicos solo intentaban safarse del momento incómodo que les estaban haciendo pasar. Erick se lamentaba por haber hecho un gesto que muy poco se les ve hacer a los hombres con otros, tomar su mano para demostrar que están a su lado para sostenerse. Quizá lo correcto habría sido sujetar su hombro con fuerza, o dar un par de golpes en la espalda también con fuerza, todo menos mostrar afectó real, o no del todo con este chico que parecía tener una masculinidad algo frágil. 

—joder, no pueden pensar que soy un maricón de mierda —Erick arrugó el entrecejo y miro con disgusto al chico que estaba a su lado.

—hijo, por favor —le miró mal su madre.

—Por Dios, Javier —Belen rodó los ojos.

—Comentario muy fuera de lugar —fue con lo que Erick se puso ahora del lado de las mujeres.

—necesitas mejorar ese lenguaje —le dijo Belén antes de sujetarse del brazo de su madre y alejarse de ambos chicos.

—al menos desviaste el tema —Erick volvió a sentarse en el sofá con celular en mano a esperar que Ángel mandará el mensaje esperado.

•••

Carlos le seguía de cerca en medio de ese pasillo oscuro en el que eran escoltados por dos oficiales. Astrid había salido de prisión, sin embargo, quería volver para poder despedirse de las tres amigas que hizo en ese lugar inusual. Ellas la recibieron con una sonrisa en esa celda que compartieron las cuatro. Rosaura estaba sentada en una esquina del suelo leyendo uno de los libros que le permitían tener. Amanda rebotaba infinitas veces una pequeña pelota de goma contra el suelo y Juana descansaba en una de las camas jugando con su mano; goma de mascar que tenía en la boca.
Se les acercó con una sonrisa, ahora ella estaba del otro lado de las rejas y en verdad sentía un sentimiento de despedida al ver que ellas no la acompañarían a ver con claridad un nuevo amanecer.
Carlos se detuvo detrás de ella sujetando su mano derecha con la izquierda al frente de su cuerpo, los oficiales se pararon al lado del otro sujetando con fuerza las grandes armas que cargaban con orgullo.

—Entonces si lograste escapar —dijo Rosaura cerrando su libro y poniéndose de pie.

—Él es mi abogado —señalo a Carlos. —le pedí que hiciera lo imposible por ayudarlas pero dice que en verdad es muy complicado porque ustedes confesaron.

Mas Allá Del Olvidó   [II]Where stories live. Discover now