¡Bienvenido, Madara!

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Dos meses después y Madara sabía por fin el estúpido experimento de su hermano, que no era ningún experimento pero sabía que así funcionaba la mente de Tobirama, si le decía que quería salir con él no entendería así que se lo planteo de otra forma. Comprobar la hipótesis de que ellos podrían superar su pasado y poder a llegar a tener una relación mucho más cercana a través de pequeños experimentos, Siempre proponia uno nuevo, a veces incluso lo planteaba como reto y Tobirama hasta ahora solo había rechazado el de tener sexo. Pero Izuna estaba convencido que lo lograría,Madara no estaba seguro si su hermano tenía sentimientos románticos hacia el albino, sabía que deseo y una profunda lujuria por el otro si pero no sabía si había algo en el fondo.

Odiaba admitirlo pero le preocupaba, si Hashirama descubría que estaban tratando a su hermano como solo un objeto de placer estaba seguro que tendria que olvidarse de la recién creada villa y huir. Incluso él probablemente también golpearia al idiota.

Gracias a las estupideces de ese par y los grandes discursos de Izuna, con el pasar de los días fue conociendo un poco a Tobirama y... Entendía la atracción de su hermano, aunque no por eso lo diría en voz alta.

—Izuna. Tengo que hablar contigo.

—¿Que pasa, Aniki?

El menor de pronto se sentó derecho en el sofá que en ese momento estaba sentado y vio a su hermano con atención. El tono que había utilizado no daba muchas pistas, pero sabía que no era una broma lo que venía.

—Hace ya un tiempo te veo en estas locuras y perversidades con Tobirama.

—No son-

—No he terminado. —Con una mirada de reproche el mayor siguió hablando, ignorando los intentos de su hermano de querer quejarse—Escucha bien Izuna. Tobirama, puede que sea un témpano de hielo pero su hermano no y si él ve lo que estas haciendo ten por seguro que no quedaras bien parado, incluso la bruja de su esposa puede unirse en su venganza, ni hablar de la loca de  prima que tienen.
—Oh, ¿Touka? Ella está de mi lado.

—¿Qué? —¿Toka a favor de la locura que estaba haciendo Izuna? Imposible, ¿acaso el mundo había cambiado mientras dormía?. —Olvidalo, dejame seguir. Escucha Otouto. Te quiero y por lo mismo no quiero que te maten. Por favor se cuidadoso con lo que haces.

—Madara. Primero Tobirama es más de lo que crees y segundo, yo no solo deseo a Tobirama en serio es mi amigo y en serio me gusta.

Con un suspiro Izuna se levantó del sofá y encaró a su hermano. Madara quién estaba de pie frente al menor, sólo levantó una ceja.

—Otra cosa es que... Sé que a ti también te gusta.

Izuna quiso reírse a carcajadas de lo rígido que se había puesto su hermano mayor y en realidad no entendía por qué la actitud. Era tan obvia la atracción, no lo culpaba. Su Tobi era un bombón.

Su hermano no había negado nada, en cambio parecía que quería convertirse en un tomate de lo rojo que se estaba poniendo.

—Oh, por Amaterasu. Aniki, calmate, no te estoy juzgando. Es decir. ¿Acaso viste su trasero?

Izuna suspiro enamorado mientras contaba anécdotas de cómo había descubierto el maravilloso hecho de que su antiguo rival tenía un trasero perfecto y hecho para sus manos. Madara simplemente lo ignoro y decidió ocupar el puesto de Izuna en el sofá. Aún se le hacía extraño compartir los mismos gustos que su hermano menor, pero eso no importaba porque el no pensaba hacer nada.

Si Izuna quería tener una relación con Tobirama el podía lidiar con su atracción y ya. El apoyaría a su hermano como sea y si su deseo era cortejar al hermano del jodido ninja más poderoso del país bueno... Fue lindo haber realizado su mas grande sueño.

¡Izuna, no! Where stories live. Discover now