Capítulo 3

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Elena

Estaba en mis aposentos leyendo un libro que había encontrado en el armario, estaba muy bueno recién estaba en el capítulo 78 por qué en realidad hay más de 100 capítulos de verdad está muy buena

- Elena - entró Ali con una gran sonrisa - prepárate el sultán suleiman te ha llamado para pasar la noche con el -

Baje el libro y lo mire - Pero como puede ser posible Ali, no puedo ir a los aposentos del sultán la sultana Hürrem me mataría con sus propias manos se libró de una princesa conmigo me hará pedazos -

- Ya dije Elena, la Sultana Hürrem no está, entra está noche a los aposentos del sultán y haz que te vuelva a llamar, te doy un consejo no solo entres a un lugar por qué te da miedo el otro también ten valentía para entrar ahí -

- Que tratas decirme Ali - pregunté mirándolo

- No solo entres a los aposentos del sultán Elena también a su corazón y si entras ahí nadie te podrá tocar ni la misma Sultana Hürrem te hará daño así que tú decides tu propio destino -

Sonreí, el tenía razón si entraba al corazón del sultán nadie me podía tocar así que si ire a los aposentos del sultán - Prepara mi mejor vestido Al, quiero verme hermosa para el sultán -

- Ya tengo un vestido digno de ti Elena, ese vestido te queda muy bien con el collar que tienes puesto - miró mi collar - te lo dió el sultán cierto? -

- Sí Ali me lo dió el sultán, es muy hermoso me encanto -

- Si es muy bonito Elena, ahora anda a los baños serás la primera después de años en entrar a los aposentos del sultán -

- Estaré muy bella para mi sultán - el sonrió

Di la última mirada a Ali y salí de mis aposentos, camine hasta los baños me tardaría un poco tenía que estar preparada

- Elena, como están tus aposentos nuevos, muy cómodos para una esclava - la miré sonriendo

- Si están muy cómodos para una simple esclava que lo obtuvo solo en tres días sin hablar con el sultán y tú nunca obtendrás unos aposentos así ni en mil años -

- Cállate Elena un día el sultán te olvidará -

- Si, pero pasarán muchos para que eso pase así qué disfrutare este tiempo con el sultán - 

Ella se giró y siguió bañandose, yo me levanté para irme a mis aposentos ya quería ir a los aposentos del sultán

Pasaron algunas horas para después ya estar lista para el sultán, todo el camino Ali me dijo las reglas no decía nada para no callarlo y decir otras cosas que no quería decir pero me estaba poniendo muy nerviosa, miré Ali quien seguía hablando

- Por favor Ali deja de hablar me pones nerviosa - dije mirándolo

- Lo seguiré diciendo por qué no quiero que el sultán te mandé a cortar la lengua, quiero seguir viéndote la cara - 

- Si pero me estás poniendo muy nerviosa Ali - el sonrió

- Lo seguiré diciendo ya te dije - me gire y seguí caminando dejandolo atrás

Escuche que él decía mi nombre gritandome, me daba mucha risa cuando llegue a los aposentos del sultán Ali me gira para verme molesto

- Elena - grito - por qué me dejaste así, parecía un niño gritando por su madre -

- Te lo mereces por no hacerme caso ahora entraré a los aposentos del sultán - el sonrió

- Hazlo feliz Elena y así recibiré un buen pago, te seré feliz Elena aunque seas una concubina tengo fé que serás muy importante -

- Ali, si me eres fiel te daré lo que quieras - sonreí - ahora tengo que entrar a los aposentos del sultán no lo haré esperar -

Me gire y entre con la cabeza abajo estaba nerviosa, alze un poco la cabeza para mirar al sultán el estaba parado enfrente mío con un porte poderoso

El alzo mi cabeza para que lo miré no sabía que decir pero no hable por qué después el sultán me dió un beso que se sintió tan bien, esa noche la pasé muy bien, el Sultán era un poco mayor que mi pero sabía dar mucho placer yo no más digo

Al día siguiente me levanté muy satisfecha, mi mirada fue donde el sultán el seguía dormido se veía muy bien así, me levanté con cuidado para no levantarlo

- Dónde vas Elena - pregunto el sultán levantándose

- Su majestad pediré comida para los dos si usted me lo permite - el sonrió

- Claro estoy muerto de hambre así que puedes pedir comida -

Agarre el vestido que estaba en el suelo y me lo puse para después decirle a los guardias que traigan comida para mí y el sultán

Me gire para después sentarme a lado del sultán - su majestad está noche fue magnífica como usted -

- Si Elena, está noche la pasé muy bien nunca había vivido una noche -

- Mi sultán no sé si solo soy yo pero usted es muy apuesto, tiene un porte muy poderoso que lo hace interesante -

- Ya estoy viejo Elena para estar apuesto - me rei

- Para mi usted siguiera apuesto siempre - me acerque un poco a el - usted para mí siguiera siendo el hombre más bello del mundo aunque muchos digan que no, no van a negar que usted es divino -

- Me alagas Elena, eres la primera chica que me hace sentir cosas - sonreí - parezco un chiquillo diciendote estás cosas -

- Esas cosas son muy bonitas ya se por que la Sultana se enamoro de usted -

- Por qué se enamoro de mi Elena - pregunto mirándome atentamente

- Por qué de verdad usted dice cosas muy bonitas, hace que una se enamore de usted por simple cosas innecesarias pero usted la hace necesarias, su majestad es el único hombre que me ha dicho cosas muy bonitas y con su permiso me quedaré a su lado para siempre hasta que usted me de la orden de irme -

- Nunca te vayas de mi lado Elena, te protegeré hasta con mi vida, peleare con quién sea para que tú estás bien - me acaricio la mejilla - mi pequeña esmeralda -

Al escuchar mi pequeña esmeralda sonreí tanto que lo abraze, no quería estar lejos de él, el sultán me hacía sentir segura con pequeñas cosas

- Yo peleare con todos si es necesario estar con usted, nunca se lo prometo me iré lejos de usted -

Mi pequeña esmeralda.

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