Capítulo 4

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Suleiman

Veía a Elena comer de verdad se veía hermosa, su sonrisa era de los angeles, sus ojos me hipnotizaban cada vez que me miraban, su cabello olía tan bien que estaría con ella sin aburrirme, como ya dije nunca me aburriría de ella por qué está mujer me hacía sonreír y sentir cosas como nadie lo había hecho, mi pequeña esmeralda es tan divina, preciosa es gentil, a ella nunca la cambiaría por nada, me pelearia con todos con tal de protegerla y no ver en sus hermosos ojos una lágrima

- Su majestad - me llamo Elena - no está comiendo, no le gustó la comida? - preguntó

- Claro que me gustó Elena, pero no puedo dejar de ver la belleza que tienes -

- Gracias su majestad pero coma si? Usted debe estar fuerte - sonreí - su sonrisa es de los angeles mi sultán -

- Elena, la elegida de la luna por qué tienes la belleza más hermosa que había visto, ninguna mujer se compara contigo - le acaricie la mejilla - mi pequeña esmeralda -

- Mi Sultán cada vez que me dice mi pequeña esmeralda me enamoró más de usted, me dice cosas muy bellas que me hacen sentir como si estuviera en el cielo -

- Quiero que tú Elena estés todo el día conmigo pero tengo que ir a cazar a Edirne así que tendremos que estar unos días alejados -

- Su majestad si no fuera apropiado claro yo podía acompañarlo a Edirne así estaríamos más juntos -

- Me encantaría que estés pero estarían mis dos hijos Bayaceto y Selim así que sería un poco inapropiado que estés ahí -

- Su majestad no molestaré, solo quiero estar con usted por favor déjeme ir con usted -

No podía decir que no a Elena así que no pasará nada creo por qué estará todo mi familia, mis hermanas, mis hijos y Hürrem, Elena estaría conmigo y no dejaría que nadie la molestaría por qué si alguien le hace algo juro que lo mataría sin pensarlo

- Está bien mi pequeña esmeralda, irás conmigo pero con una sola condición -

- Con cuál su majestad -

- Que siempre estarás al lado mío no quiero que alguien te haga daño - ella sonrió para después asentir - ya te dije que me encanta tu sonrisa -

Ella bajo su cabeza sonriendo para después mirarme - su majestad - hablo nerviosa

- Dije algo malo Elena? - hablé divertido - tu sonrisa es única -

Ella dejo de comer los dulces otomanos para después abrazarme y quedarse así por mucho tiempo, no quiera que se aleje la quería cerca, Elena se movió para quedar en mi pecho y seguir abrazandome, no sabía por qué una joven tan hermosa como ella estaba conmigo sería por compromiso? Estaba confundido pero no me importaba ahora solo quiero estar hasta que me muera con Elena, le di un beso en su caballo y escuche un té quiero suleiman de Elena

- Yo también te quiero mi Elena - ella me abrazo más haciendome sentir bien y seguro ni con Hürrem me había sentido así como podía ser posible esto?

Toda esa Mañana estuvimos juntos hasta que ella se tuvo que ir para preparar todo por qué está noche viajaremos a Edirne, todo la tarde estuve viendo algunos documentos y también escribiendo un poema hacia Elena, quería que sea especial para ella y que se sienta feliz al escucharlo

Cuando termine de escribir el poema me levanté del escritorio para después salir a la terraza y sentír el viento en mi cara no sé si fue algo pero me dió ganas de mirar a la otra terraza no había nadie, antes en este palacio había risas pero desde que Hürrem tuvo mucho su poder su sonrisa se borró se volvió más arrogante hasta conmigo, sabía que el palacio cambia pero Hürrem también hizo que perdiera el amor que tenía por ella, parecía que lo único que me gustaba de Hürrem era que me hacía sonreír por eso me case con ella pero fui un tonto al saber eso, las personas cambian y no quiero que Elena lo haga por qué eso me destrozaría el alma, recién la conozco pero no quiero que se vuelva arrogante y fría conmigo

Mi pequeña esmeralda

Sonó ese apodo que le había dado a Elena quedaba muy bien con ella por qué me había dado cuenta que tenía el collar que le había regalado eso me hacía feliz, a ella le gustaba mucho el color verde por eso le había regalado ese collar y cuando ella estába conmigo se me vino a la mente ese apodo digno de ella, no me había dado cuenta que de más cerca era más hermosa

La belleza de la luna

Miré al cielo y ví que ya estaba saliendo la luna, por qué todo me recordaba a mi Elena, me gire para irme pero algo me detuvo miré al jardín y Vi que habían unas flores muy bellas, tendría que darle este regalo a Elena sabía muy bien que se pondría feliz ella sonría con todo, era muy sencilla por eso me encanto ella, este día fue el mejor de mi vida y ya se porqué, Elena, Elena que me has hecho para no sacarte de mi mente.

La luna y Elena.


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