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|Los planes|
「Saihara Shuichi」

Siendo honesto, nunca creí que llegaría a hacer esto, pero al menos sé que no es una idea alocada; no, claro que no lo es. Es la mejor idea que he tenido en toda mi vida.

Le he contado la idea a Kaede y a ella le ha fascinado; como siempre, me ofreció su ayuda y no pude rechazarla. Si lo hago yo solo, estoy seguro de que algo va a acabar mal, o tal vez no, no lo sé. Pensar en esto me genera un nudo en el estómago que me pone entre emocionado y temeroso de todo lo que vaya a pasar.

Por culpa de todo lo que quiero planear, muchas veces me es imposible el no recordar ese día.

Kokichi y yo nos conocemos desde la preparatoria. Él entró como el líder supremo definitivo y yo como el detective definitivo. Sonará estúpido, pero por nuestros definitivos y comportamientos tan paralelos fue que me convertí en el rival de Kokichi; aunque claro, eso fue elección suya.

Nunca supe el motivo de su elección, al menos hasta ese día...

*

—Oye, Shumai... —llamó Kokichi mientras yo estaba en mi pupitre haciendo mis deberes escolares—, ¿Sabes que eres la persona más aburrida del planeta tierra?

—Me lo dices mucho... —Asentí, sin darle mucha importancia.

—Nishishi... a pesar de que en otras personas es horripilante que sean tan aburridos, en ti creo que es diferente. Es entretenido que seas tan aburrido y simple, ¡Eres mi víctima favorita! —exclamó, sonriente—. Tienes reacciones tan simples y predecibles que siento que te comprendo a la perfección. ¿Sabes? Es aburrido, pero realmente no me aburre por completo.

Alcé la mirada, desconcertado. —¿Qué quieres decir?

—¿Mhm? ¿No entiendes? Saihara-chan, eres aburridamente interesante. ¡Sal conmigo!

—¿Qué? —Fruncí el ceño, confundido. ¿Me acaba de invitar a salir?

—¿Me estás rechazando o no entendiste? —Ladeó la cabeza.

—No entiendo, Ouma-kun... —Murmuré.

—A ver... —suspiró—, Saihara-chan, para ser un detective eres increíblemente estúpido cuando te lo propones. —Rió, juguetón.

Arqueé la ceja. —Mhm... bueno... —subí mi mano hasta mi mentón como suelo hacer por costumbre, poniéndome a pensar en todo lo que dijo—. De algún modo me estás diciendo que el hecho de que sea simple y aburrido es divertido, lo cual es algo... confuso —musité, dándole vueltas a sus palabras por un corto segundo hasta que una idea fugaz cruzó por mi cabeza—. De algún modo...

Dudé un poco sobre si decir lo que pensaba. Es un tanto vergonzoso de pensarlo, tal vez diría loco, sobre todo porque viene de parte de Ouma. Tal vez sea una broma suya o una de sus tantas mentiras, pero... ¿Ouma de verdad es de quienes bromean con sus sentimientos?

—¿Me estás diciendo que te gusto...?

Nos quedamos en silencio un par de segundos, en los cuales podía sentir su mirada sobre mí en un semblante algo serio, pero que no presentaba ningún tipo de enojo o próxima burla.

Estábamos completamente solos en el aula, era la hora del almuerzo y yo estaba acabando mis deberes mientras Ouma solo me molestaba un rato, como todos los días. He de decir que a pesar de que sea alguien bromista, infantil, hasta algo fastidioso y odioso, creo que me interesa... ¿En qué sentido? Nunca me puse a pensarlo. Podría ser en un sentido romántico o solo en mi sentido como detective al ser él un criminal. Tal vez solo quiero saber más de él para poder ser un digno rival para él, pero tal vez... solo tal vez... quiero ser un digno rival para él porque no quiero que pierda el interés en mí.

Dulce propuestaWhere stories live. Discover now