29: Mi novio

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El sonido de la puerta cerrándose lo alertó, su mirada subió con lentitud encontrándose con el ceño fruncido de su madre.

Un escalofrío recorrió su anatomía, ella nunca perdía su sonrisa, sin importar lo que ocurriera.

—Mamá, yo...— quiso seguir hablando, mas sus palabras fueron interrumpidas por la voz contraria.

—Hablaremos en la casa Heeseung— con una simple seña le indicó que lo siguiera, su mandíbula apretada y sus músculos tensos.

Todo le resultaba más que perceptible a Heeseung, subió con rapidez al automóvil de su progenitora, asegurándose de no hacerla esperar y que de esta manera se enojara aún más.

Al ver el vehículo en marcha, Jungwon apareció en sus pensamientos ¿Cómo estaría en ese momento? Se fue sin decirle nada, tal vez más tarde le haga una visita.

Divagó y divagó en sus pensamientos sobre el estado de su novio, ni siquiera había notado cuando el motor se detuvo y frente a sus ojos se extendía una vista completa al frente de su antiguo hogar.

Su madre bajó primero cerrando la puerta con un fuerte azote, las cosas no parecían marchar bien para él.

A paso apresurado entró en la gran casa que conocía de memoria, cada palabra, cada paso, cada momento de su vida estaban grabados en ese lugar.

Tomó asiento en el sofá de la sala, frente a él su madre, lo único que los separaba era aquella rustica mesa de té que la mujer frente a él había comprado hace unos años, para darle un toque más hogareño al lugar.

—Sobre la pelea...— la mayor extendió su mano hacía el frente en una señal de alto, no quería escuchar lo que su hijo tenía para decir.

—¿Cuántas veces te dije que no te involucraras en esas cosas? Eras un buen chico Heeseung ¿Qué te está ocurriendo?— el silencio reinó en la sala por unos minutos, sin saber bien cómo responder.

—No podía simplemente dejarlo pasar, ellos lastimaron a Jungwon— su madre cerró sus ojos por un momento.

—¿Jungwon? No conozco a ningún Jungwon, nunca lo mencionaste ¿Es él el causante de tus problemas? De seguro es uno de los matones con los que convivías antes, te dije que te alejaras de esa gente, no te hace nada bien compartir con ellos— Heeseung tomó aire antes de continuar, no le gustaba el rumbo que estaba llevando la conversación.

—No puedo alejarme de él, madre— la mayor se irguió en su asiento mientras tomaba una pose desafiante.

—¿Por qué no puedes hacerlo?— los latidos de Hee se estaban viendo alterados, pero esta vez no de emoción, una sensación desagradable lo recorría de pies a cabeza y quería quitársela cuanto antes.

Las miradas de ambos se encontraron sacando chispas ante el contacto, sus ojos no perdieron el detalle de las uñas de su madre enterrándose en el lujoso sofá individual en el que estaba sentada.

Pensó en su novio otra vez y... tal vez era hora de que alguien más lo supiera.

Amaba a Jungwon y no iba a esconderlo como si le avergonzara, ya todos en donde estudiaban sabían que eran pareja, no disimulaban sus contactos o caricias en público.

Siempre habían sido libres.

Pero ¿Por qué frente a su madre se sentía diferente?

La presión en su pecho aumentaba al notar la intensa mirada de su madre en él, ella conocía cada aspecto de su vida menos ese.

Y aun con este pensamiento en mente, lo dejó ir, porque Jungwon valía demasiado en su vida y no sería capaz de ocultarlo.

—Jungwon es mi novio.

COLD (Adaptación)Onde histórias criam vida. Descubra agora