~• Un amor en el Baúl •~

~• Cap 8.2 •~

-¿Qué fue lo que pasó en el servicio militar?

Jimin movió su cabeza a un lado buscando tronar su cuello y hacia el otro lado buscando el mismo resultado, este tema no le parecía tan fácil de abordar, pero aun así contesto a la pregunta.

-Antes de entrar al servicio militar, todos los miembros platicamos y sabíamos que nos separaríamos por mucho tiempo, y sentíamos incertidumbre crecer entre nosotros, hicimos un pacto de nunca soltarnos, fuese cual fuese el resultado al final, pero todo ahí adentro fue muy distinto y nos cambió más de lo que hubiéramos querido, algunos los endureció, a otros nos devastó, y a otros les cambió la forma de pensar.

-Yoongi no lo pudo tolerar, y fue excusado, supongo que fue lo que le permitió seguir en la música y produciendo- Jimin se encogió de hombros no sabiendo bien la certeza de su comentario.

Jungkook y yo antes de separarnos, lo platicamos y aunque pudimos mantener un poco el contacto, él lo sobrellevó de mejor manera, se hizo más fuerte, pero yo más débil, detestaba la homofobia y racismo de aquel lugar, detestaba las miradas acusatorio y cuchicheos, me hizo frágil, me había destrozado, me convirtió en ese momento en alguien triste y solitario, todo lo que yo era se había ido, solo tenía miedo, y había construido unos muros tan gruesos a mi alrededor que fue muy difícil derrumbarlos, JK sobresalió siempre fue muy fuerte y atlético, su carácter rebelde y competitivo lo alimento para esforzarse y no dejarse intimidar, su desempeño alimentaba su ego y lo desarrolló más como líder, por un lado había dejado de ser nuestro pequeño maknae y era todo un fuerte y soberbio líder.

Cuando salimos, topamos con dos realidades muy distintas, el sentimiento en nuestro corazón estaba intacto se había quedado guardado, pero no pudimos alimentarlo correctamente, las cosas que él quería yo no pude ofrecerlas, había terminado tan roto, y opaco, que me costó mucho tiempo encontrarme a mí mismo, y él había quedado más imponente y reluciente, cuando nos reunimos los 7 las cosas empezaron a ir mal, dejamos de comprendernos, y algunos peleaban por sus intereses más que los del grupo, yo guardaba silencio y estaba tan disminuido que creía que mi opinión no importaba. Luchamos por meses para lograr continuar, yo cargaba el peso de intentar conservar mi relación e intentar sacar a flote al grupo más no pude, me quebré y ya no hubo vuelta atrás. Me rendí a la mitad del camino y Jk eso no lo pudo soportar.

-¿Fue por eso que terminaron?

Jimin se aclaró la garganta y su cuerpo se tornó tenso y un tanto molesto.

-Terminamos porque fui un cobarde -soltó Jimin las palabras como un regaño con el seño ligeramente fruncido.

-Disculpe no quise...
-Discúlpame tú, por un momento me sentí a la defensiva como en ese entonces, me doy cuenta que aún hay temas que me siguen afectando.

Elizza esbozó una sonrisa plana, se sintió incomoda realmente con el cambio tan repentino del coreano, y en ese momento no sabía cómo continuar, se quedaron en silencio por un momento, los dos contemplándose sin pronunciar palabra alguna.

-Disculpenme necesito entregarles la cuenta que estamos por cerrar - Interrumpió la mesera nuevamente.

Jimin tomó en ese momento el papel con el resumen de gastos y se ofreció a pagarla, para sorpresa de Elizza no pudo negarse aún se sentía regañada y no quería molestarlo, tenía evidentemente una mirada triste, pues no habían terminado la entrevista y dudaba mucho que él quisiera encontrarse con ella nuevamente.

-Te espero mañana a las 3:00pm deslizó una pequeña tarjeta con una dirección, después de una despedida afectuosa y una reverencia se alejó.

Esa noche Carlo llegó por Elizza y la chica alegre que había llevado en la tarde se había apagado esa noche, respetó el silencio de ella y se dispuso solamente a llevarla a su hogar.

Cuando llegó Elizza a su departamento se desparramó sobre su sofá, con un ápice de derrota. Estaba extremadamente cansada, y su cabeza no daba para más, con las fuerzas que logró reunir se levantó de su sofá para ir a su recamara, con poca habilidad se deshizo de su ropa y zapatos, se puso una camiseta enorme que usaba como pijama se metió a la cama, abrazó su almohada para intentar dormir.

Esa noche su corazón estaba un poco triste, su encuentro había terminado un tanto decepcionante y no le había gustado el tono de la última respuesta de Jimin, justo cuando estaba en los últimos pestañeos antes de quedarse dormida, se aventó fuera de la cama como si esta se estuviera consumiendo en un incendio, trastabilló y perdió el equilibrio por la prisa, y de un brinco llegó a su bolso, urgó con urgencia y ahí estaba el sobre, ese hermoso texto que le había sido entregado por el mismo protagonista de su historia, las palabras que había plasmado desde su propia alma y corazón, los sentimientos más puros, y honestos plasmados en aquel papel.

Ella contempló la carta durante un buen tiempo, no se atrevía a leerla incluso a sacarla del sobre, era un remolino de sentimientos y de pensamientos.