Capítulo II 🐾

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Cuando despertó estaba recostado en una camilla, a su lado estaba un monitor cardiaco que le hizo saber que se encontraba en la sala de un hospital.

"Genial" pensó sentándose mientras tocaba su cabeza. Tenía un vendaje cubriendo su cabeza, y además se fijo que tenía la pierna enyesada ¿Qué demonios le había pasado?

-Estoy comenzando a pensar que tienes un serio problema con tus pies-dijo alguien en la camilla de al lado.

Giró su cabeza hacia la derecha, mareándose ligeramente por el movimiento. Se dio cuenta que se trataba del chico de la biblioteca, quien descansaba con su brazo derecho inmovilizado y un ojo vendado.

-¿Qué sucedió?-preguntó desconcertado. El chico le miró confundido.

-¿En verdad no recuerdas? Gracias a ti y tus pies torpes rodamos por las escaleras de la biblioteca. Te fracturaste una pierna y golpeaste tu cabeza, mientras que yo me rompí el brazo en tres partes.

Keisuke quería morirse de la vergüenza. Definitivamente esa una forma muy bizarra de arruinar su imagen con alguien. Pensó en lanzarse de la azotea del hospital o pararse frente a un camión o tren.

-Chifuyu Matsuno-dijo el chico sacándolo de sus pensamientos autodestructivos. Keisuke quedó pasmado tratando de entender a qué se refería- Mi nombre, tonto... Me lo preguntaste antes de tropezar y hacernos caer.

"Tonto" por alguna extraña razón la forma en que lo pronunció le recordaba algo. Pero por más que se esforzara, nada venía a su cabeza. Algo le había dicho Chifuyu, pero por estar tan sumido en sus pensamientos no lo escuchó.

El chico bufó tratando de ponerse de pie sin mover mucho su brazo. Se acercó hasta quedar muy cerca de su rostro. Keisuke entró en pánico, y en una reacción involuntaria puso su mano en la cara de Chifuyu, quedándose quieto.

Fue un momento realmente incómodo para ambos.

-¿Debería llamar a la enfermera?-preguntó Chifuyu aún con la mano en su rostro.

-Lo siento...Yo no quise hacer eso-respondió bajando velozmente su mano.

Chifuyu se mantuvo serio. No se había movido ni siquiera un milímetro de su posición. De pronto, estalló en risa. La cara del sujeto en la camilla era simplemente cómica.

-Había preguntado por tu nombre. Me preocupó lo ensimismado que estabas-dijo sentándose en el borde de su propia camilla mientras que con su mano libre tomaba el vaso de agua de su mesita.

-Soy Keisuke Baji-se presentó inclinando su cabeza levemente a modo de reverencia.

-Bien, Baji... Espero que tengas buenos temas de conversación porque estaremos aquí por lo menos un día más-dijo Chifuyu poniéndose de pie otra vez dejando el vaso vacío en la mesita a un lado de su camilla- Pero primero, debo ir al baño.

El pelilargo asintió. Su mirada se fue directo al trasero de Chifuyu que se podía ver gracias a la abertura de su bata de hospital. Sonrió intentando limpiar su mente de pensamientos extraños.

Unos golpecitos se escucharon en la puerta. De allí aparecieron tres sujetos trayendo consigo una canasta de frutas. Uno de ellos lo miró por unos instantes y luego lo apuntó con el dedo, indicándolo como aquel que los había derribado en la mañana por ir corriendo sin mirar su camino.

-Deben ser los amigos de Chifuyu...Él está en el baño-dijo sintiendo como una vena se inflamaba en su cuello. No le agradaba que lo apuntaran con el dedo, y menos que le faltaran el respeto siendo que él claramente era mayor que dos de los tres sujetos parados aún en la entrada de la habitación.

Escaleras [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora