Aurora miraba con ojitos de cachorrito a los Vulturis, ya había pasado una semana y tenían que volver a Forks con su familia.
No quería irse pero a la vez si, tenía un lío en su cabeza, no quería dejar de ver a ninguno de los Vulturis pero comprendía que tenía que irse. Tenía que esperar un largo mes para volver a Italia, se había despedido de todos ellos con lágrimas en sus ojos, extrañaría a todos.
Luego de una despedida un tanto triste para Aurora y para los Vulturis. Edward, Jaspe, Ariana y Aurora viajaron a Washington, Forks.
Aunque extrañaría a los Vulturis, la híbrida estaba contenta de volver a ver al resto de su familia.
Durante el viaje Aurora se la pasó durmiendo mientras que los otros tres vampiros que iban en el avión con ella conversaban entre ellos.
Cuando por fin el avión llegó a Seattle se fueron en el Volvo de Edward hacia Forks.
Edward condujo su Volvo hasta la residencia Cullen, dónde ya todo el resto del clan los estaban esperando.
Al llegar los cuatro bajaron aún sin bajar sus equipaje, entraron a la residencia siendo recibido por el resto del clan.
─ Bienvenidos, ¿Como les fue? ─ la primera en hablar y abrazarlo fue Esme.
─ Muy bien ─ contestó Ariana sonriendo.
─ Los extrañe ─ dijo Alice acercándose a los tres vampiros y a la híbrida.
─ Nosotros también los extrañamos ─ aseguró Edward y Jasper asistió.
Emmett después de saludar a los vampiros mayores se acercó a la híbrida.
─ ¿Me extrañaste enana? ─ le preguntó el vampiro pasando su mano por los cabellos de Aurora mientras los desparramaba.
─ Tío Emmett no hagas eso ─ se quejó ─ y sí, los extrañe mucho y también extrañé a Max ¿dónde está? ─ preguntó curiosa al no ver al perrito de su madre que ahora también era suyo.
Emmett miró de reojo a Rosalie pidiéndole ayuda mentalmente.
─ Emmett casi se lo drenó, sino fuera por Alice que llegó a tiempo Max no existiría ahora ─ lo delató la rubia mientras se cruzaba de brazos.
El vampiro pelinegro la miró sorprendido mientras abría y cerraba su boca ante la tremenda traición de su esposa.
─ El tuvo la culpa ─ se excusó el pelinegro.
Aurora le dió una mirada matadora a Emmett, si algo había aprendido al pasar una semana con los Vulturis era verse amenazante si algo no le gustaba.
─ ¿Dónde está mi perrito tío Emmett? ─ preguntó Aurora frunciendo el entrecejo.
Emmett trago saliva para después soltar un suspiro al ver a Alice con el cachorrito.
─ Aquí está ─ le dijo Alice mientras lo traía entre sus manos.
Aurora y Ariana soltaron un suspiro de alivio al ver al perrito aún con vida.
La híbrida tomó al cachorrito entre sus manos mientras lo acariciaba.
─ ¿Abuela me das algo de comer por favor? ─ pidió Aurora ya que no había comido nada por algunas horas después que salió de Italia.
─ Ven conmigo linda ─ dijo Esme mientras caminaba con Aurora hacia la cocina.
El resto de la familia se quedó en la sala conversando de como les había ido con los Vulturis.
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