Capítulo 29

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Michael Warren.

Mi cabeza daba mil vueltas, no dejo de pensar cada cosa que decía Karen, algo que me tiene muy frustrado, estoy que reviento de la angustia por no saber que es lo que pasa, sus palabras eran como una despedida y eso no me gusta para nada.

—Oye, tranquilo que si golpeas una vez más las rejas te meterás en problemas conmigo—habla el oficial, Saúl, es un perro, pero amable, tiene apariencia de tener 40 años, el único oficial que puedo tolerar.

—No te metas.

—Michael, hablo en serio, si te lastimas necesitaras ir a enfermería y, desafortunadamente tengo ordenes que no puedo sacarte ni por que estuvieras muriendo.

Bufo sin gracia.

—Esa orden es una estupidez—digo serio.

—Lo sé, pero alguien te debe de tener mucho coraje para ordenar eso.

Mi querido suegro.

—¿Cómo la escuchaste? —pregunto con la mirada en el suelo—. Se estaba despidiendo ¿verdad? —sabia la respuesta, pero no quiero admitirlo.

Escucho como suelta un suspiro.

—Escuche a una chica que te ama—una sonrisa con tristeza se dibujó en mis labios—. Y quiere lo mejor para ti, lo demás no importa.

—Para mí si es importante, porque no quiero perderla—susurro, apretando mis manos en la reja tan fuerte que mis nudillos se volvieron blancos.

—Se que no es fácil alejarte de la persona que quieres o amas, créeme lo se perfectamente, pero después me di cuenta que si no lo hacía me iba hacer daño a ella y a mí. A veces nos alejamos para no lastimar y eso tampoco esta mal, aunque duela—mi cabeza sigue agachada con la mirada en el suelo escuchando cada cosa que dice—. Mi turno termino, nos vemos mañana, solo descasa muchacho—se va.

Mierda, no me gusta este sentimiento para nada, mi pecho me da pequeñas oprimidas que me deja muy intranquilo. Todo esto es una mierda. Ella dijo algo que me dejo helado y con miles de emociones, ella dijo que me ama.

La pregunta es que si yo: ¿La amo?

Y la respuesta es muy simple: Si, la amo como nada en el mundo, es la primera persona que amo en este mundo, nunca he sabido lo que es el amor hasta que la conocí, ella es tan perfecta que me da miedo volver a dañarla, su sonrisa, sus ojos verdosos que me encanta, sus cachetes que cuando se sonrojas son lo más lindo que he visto. Todo de ella es algo tan especial que amo, ella es especial para mí.

Estoy tan enamorado que duele, que me da miedo, que me quema por dentro, estoy tan enamorado que estoy perdido por ella.

...

Toda la noche no he dormido, ya es normal en mí, pero está vez no solo era por mis pesadillas, también era por Karen, solo quería que fuera hoy para verla y me diga que todo malinterprete y decirle que yo también la amo. Pero no fue así, horas, minutos, segundos de espera al verla ingresar, algo que jamás pasó.

—¿La han visto? —pregunto mirándolos seriamente.

—No Michael, desde días no la hemos visto, ni fue a clases hoy—habla César.

—Mierda, sabia que algo raro está pasando.

—Ayer vino a verte ¿no? —pregunta Susan.

—Si, pero estaba muy rara, algo no está bien.

—Yo le escribí hoy para que venga con nosotros, pero no le llego el mensaje—dice George haciendo una mueca.

Suelto un suspiro frustrado.

Arrástrame A Tu Oscuridad [✓] Libro#1Where stories live. Discover now