Familia del Lejano Oriente

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En la mañana después del desayuno, en el patio trasero de los cazadores una niña renard de tres colas estaba trabajando duro practicando con sus brazaletes.

En una silla tomando él te estaba la madre de la pequeña, Haruhime quien miraba curiosa mientras meneaba sus dos colas tranquilamente, también la sanadora del grupo Airmid estaba en caso de que Kunou se lastimara.

La pequeña trataba de comprender mejor el alcance de su propia capacidad, para ello decidió intentarlo paso por paso, ahora intentaba manipular las ilusiones.

Por supuesto que su madre no es tonta y coloco una barrera alrededor de ella y la sanadora en caso de que algo salga mal.

Y claro que saldría mal...

*Crack*

Kunou: ¿He? FUEGH...

En un instante por la venta salió una elfa de cabello plateado, había sido arrojada por una de sus habituales peleas con la rubia, lo que no tomaron en cuenta es que gracias a la distracción el circulo en el que estaba la niña perdería en control creando una pequeña explosión.

Haruhime: KUNOUUUU.

Airmid: Vamos.

La madre y la sanadora se acercaron con prisa y preocupación a la niña, Bell junto con Miriam también salieron al escuchar el estruendo, y una de las dos culpables después de recuperarse también se acercó.

Bell: ¿Están bien?

Miriam: ¿Ahora que hicieron?

Ellis: En vez de buscar culpables vayan a ver a Kunou.

Los cazadores se acercaron a la niña, pero de inmediato se quedaron congelados al verla, al notar las expresiones de los demás Kunou se comenzó a alarmar un poco.

Kunou: ¿Qué pasa? Por favor díganme que no me parezco a Ellis-oneesama.

Ellis: Oi.

Bell: Kunou ¿te sientes bien?

Haruhime: Te ves... Curiosa.

La elfa dorada corrió a la casa para sacar un pequeño espejo, se lo dio a la niña y esta pudo contemplar su apariencia.

Su cabello y sus colas habían pasado de un rubio con tonos naranjas a un rubio brillante muy semejante al de Haruhime, pero con la diferencia de que se volvía de color blanco al acercarse a las puntas, además de que sus colas terminaban en puntas tan blancas como la nieve.

Y sus característicos ojos ámbar habían cambiado a ser de distintos colores cada uno, su ojo derecho era de un color verde esmeralda mientras el izquierdo se había vuelto de un color rubí brillante.

Kunou: ¿he?

Ellis: Ya veo... así es cómo se hubiera visto Kunou si no hubiera sido un accidente.

Kunou: Como accidente te voy a dejar la ma....

Bell/Haruhime: ¿¡KUNOU?!

Kunou: Yo nada más decía...

Bell: ¿Y ahora?

Haruhime: Bueno, tenemos a nuestra sanadora experta.

Bell: Es verdad, las ventajas de tener una sanadora en casa.

Miriam: Además que puede quitar maldiciones.

Airmid: Bien, Kunou ven aquí.

La niña obedeció, mientras Airmid la examinaba dio un pequeño suspiro.

Airmid: Bueno, no parece ser nada malo, ¿No puedes deshacerlo?

Kunou: No, ya que perdí la concentración a mitad de la práctica se salió de mis manos.

Danmachi de héroe a cazadorWhere stories live. Discover now