Capítulo Cuatro

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Un mes después...

La televisora estaba encendida. El canal de noticias mantenía informados a los televidentes sobre el peligro en los clubes nocturnos; la pesadilla que comenzó hace exactamente treinta días y parecía no tener fin.

"Un ataque más en la vida nocturna de Tokio. El famoso —e ilegal— burdel llamado Maison Rouge fue vandalizado por la noche; las mujeres que trabajaban ahí fueron trasladadas a un refugio por la policía de la ciudad. Para este mes, ya se han sumado más de veinte ataques a burdeles, casinos y clubes nocturnos. La policía comenta que podría ser una guerra entre el crimen organizado".

Aquel rubio Uzumaki estalló de rabia en el estudio de su casa de seguridad. Aventó todo lo que tenía en frente; papeles, vasos, botellas. Él mismo sabía que no había ninguna guerra entre las familias, solamente existía una enemiga en común: Sakura Senju, la sucesora que tomó el lugar de la fallecida Tsunade Senju, ¡ni siquiera sabía que eran familiares!

—¡Jefe! ¿Se encuentra bien? ¿Qué sucedió?

Nagato, su fiel colega se adentró al estudio después del alboroto. La respiración de Naruto era inestable, tanto como su cordura.

—Sírveme un maldito vaso de Whisky.—Asintió, y no tardó en servirle un bourbon en las rocas.

—Tenga, jefe.

El rubio vándalo dejó soltar su estrés a través de una larga respiración y se sentó sobre su escritorio.

—Mira lo que hizo esa perra... La Maison Rouge era mi joya, Nagato, ¡nuestra joya! Nos producía tanto dinero y nos lo quitó. ¿Lo peor del caso? ¡Nadie puede hacer nada porque la muy puta es inteligente y todos los políticos la respaldan!

Se bebió el alcohol de un sorbo, sin sentir la mínima reacción posible.

—Cálmese, jefe. Debe de mantenerse sereno para la cena de hoy. Ya es hora de que se le ponga un alto a esa mujer.

Cada cuantos meses, se celebraba una reunión entre las familias de la mafia. Le llamaban el "Comité" y por primera vez, una mujer formaría parte de la cena. Este año sería en la mansión Uchiha, ya que eran los recien llegados... Eso era un decir, porque se sentían como en casa lavando dinero por doquier en cualquier negocio que les beneficiara.

La pelirrosa estaba ansiosa y a la vez, satisfecha de que dicha cena se llevara a cabo. Jamás habían invitado al Comité a su mentora por el ego de no tener una mujer al mando, pero Sakura los presionó tanto, y cedieron al grado de invitarla "cordialmente" a la reunión. Sólo había escuchado rumores del exclusivo Comité; una cena gourmet de tres tiempos, alcohol importado, y como invitados estaban cabecillas y sus manos derechas. Solían hacerse cada cierto tiempo para hablar del negocio, conflictos, y demás.

Sin embargo, esta vez fue urgente.

Alguien le declaró la guerra a las familias más influyentes de la mafia.

Pero no fue cualquier persona: era una mujer.

Les ardía y golpeaba en su egocentrismo que alguien como ella estuviera apoderándose de los negocios de la mafia, pero para Sakura, era como quitarle un dulce a un niño. Como la familia Senju no formaba parte de ningún acuerdo con las demás familias, jamás las consideraron parte del Comité. Entonces Sakura quiso arrebatarles sus joyas más preciadas para vengarse hasta encontrar al culpable del asesinato de Tsunade Senju.

Kakashi Hatake la respaldó y se dio cuenta que él apreciaba a Tsunade tanto como ella. Aún quería averiguar el porqué; siempre que se lo cuestionaba, el peliplata divagaba alguna tontería. Pero cuando la pelirrosa le propuso venganza, pudo ver su sonrisa a través de su usual cubrebocas.

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⏰ Last updated: Nov 14, 2023 ⏰

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Sangre de CerezoWhere stories live. Discover now