ᨳㅤֶ֢ ㅤ۫ 𝐒𝐮𝐛𝐥𝐢𝐦𝐞 𝐝𝐨𝐦𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧 ᵎ

𓏲 🍁﹕DIECIOCHO ˒˒

El corazón de JeongHan latía a gran velocidad, había intentado volver a comunicarse con Joshua, mientras aguardaba sentado en el porche de su casa a que sucediera algo, sin embargo, nada pasaba y el alfa no contestaba. 

Todavía seguía sin comprender qué era todo lo que había ocurrido o cómo era que habían llegado a esa situación. Todo era tan confuso.

Y lo nervios le carcomían por dentro al pensar en que Joshua llegaría en cualquier momento creyendo que, quizás, él corría peligro, cuando en realidad el único peligro que corría era el de atraparse una gripe por estar afuera de su casa en pleno invierno, esperándolo. O al menos, eso aseguraba JeongHan. 

El omega no tenía ni la menor idea de las razones de Joshua. 

De pronto, el silencio sepulcral del desastroso barrio se vio afectado por el sonido de un par de motores rugiendo, JeongHan se paralizó y en cuestión de segundos el rastro de neumáticos quedó grabado en el asfalto por las bruscas maniobras de aquellos vehículos al frenar. 

JeongHan quiso reírse, porque habían armado semejante escena totalmente en vano, más no lo hizo. No ansiaba que los tipos pensaran que había sido una broma de él y que lo acabaran fusilando por querer hacerse el chistoso. 

Así que se mantuvo serio y sólo se puso de pie cuando divisó a Joshua bajarse de uno de los autos, llevaba puesto uno de sus típicos trajes, los cuales anunciaban con gracia a qué clase social pertenecía. El alfa comenzó a acercarse a él al tiempo que observaba con presión a su alrededor, tal vez buscando la pieza que faltaba para entender el porqué JeongHan estaba suelo allí, en vez de estar maniatado y amordazado en contra de su voluntad. 

─ No hacía falta todo eso, Joshua. No es lo que, por alguna razón, creíste. ─le aclaró JeongHan desde las escaleras de su porche. 

El alfa lo escuchó, pero no pareció del todo convencido, pues continuó indagando con la mirada el sitio e hizo una señal con una de sus manos para que sus hombre bajaran de los vehículos. 

─ ¿Hay alguien adentro? ─preguntó. 

─ Mi mamá, pero escúchame, no hay nadie que me quiera hacer daño, ni nada por el estilo. No sé porqué has armado todo esto. ─comunicó nervioso, mientras observaba a los matones de Joshua acercarse. 

─ ¿Por qué habrías llamado entonces? ─cuestionó el alfa, parándose frente a él, mirándolo con especial atención. Le tomó las muñecas despacio para examinarlas, advirtiendo que no había rastros de magulladuras en ellas. 

JeongHan se quedó en silencio cuando Joshua se aproximó aún más hacia él, olfateándolo. Su pulso volvió a descontrolarse y, sin poder evitarlo, aspiró profundo, absorbiendo el encantador aroma del alfa por instinto. Él sabía que Joshua tan sólo lo había olisqueado para detectar el olor de algún otro alfa impregnado en su piel, y por primera vez en su vida JeongHan agradecía no haberse acercado a ningún otro en tanto tiempo.