ᨳㅤֶ֢ ㅤ۫ 𝐒𝐮𝐛𝐥𝐢𝐦𝐞 𝐝𝐨𝐦𝐢𝐧𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧 ᵎ

𓏲 🍁﹕VEINTICUATRO ˒˒

─ Hay que poner reglas. ─anunció el omega, intentando frustradamente ponerse el bendito moño frente a un espejo de aquella habitación. 

Joshua apareció detrás suyos con aires de serenidad, tomando con cuidado la pequeña prenda entre sus dedos, ayudándolo. 

─ ¿Reglas para qué? ─cuestionó el susodicho, terminado de acomodarle el moño a su bebé. 

─ Para lo que sea que tengamos ahora. ─dijo JeongHan, volteándose para verlo de frente─ Es decir, no quiero que nos emparejemos ahora, ¿Entiendes? Porque si todo se vuelve extremadamente lindo entre nosotros, luego nos va costar muchísimo más separarnos y será demasiado sentimental... No sé tú, pero yo quiero ahorrarme eso y dejar todas las estupideces para cuando regreses. 

─ Entiendo tu punto, pero no entiendo qué clase de reglas quieres poner. ─comunicó el alfa, posando sus manos en la cintura del menor. 

JeongHan carraspeó, viendo más de cerca aquellas salpicadas manchitas en el atuendo del otro. 

─ Por ejemplo, nada de tus cursilerías, a menos que sea para halagar mi trasero. ─expuso éste, provocando que una risa se escapara de entre los labios de Joshua─ ¡Oye, esto es un asunto serio! ─reprendió, haciendo un mohín. 

Joshua negó con un movimiento de cabeza, sin deshacer la expresión divertida que cargaba su semblante. Se permitió a él mismo enterrar su rostro en el cuello del omega, disfrutando con plenitud de su dulce aroma, depositándole territorialmente el suyo propio. 

─ De verdad lo digo. No estoy acostumbrado a escuchar cosas lindas sobre mí, quitando lo obsceno y no quiero que arruines mi costumbre, sabiendo que luego volveré a lo mismo de antes. No quiero sentirme patéticamente vacío. 

El alfa respiró hondo, separándose un poco de su lugar favorito en el mundo. 

─ De acuerdo. ─murmuró, derrotado, con un atisbo de tristeza marcando presencia en sus orbes cafés. 

─ Pero no te pongas triste. ─se apresuró a decir JeongHan, llevando sus manos a las mejillas de castaño─ Te prometo que cuando vuelvas y estemos juntos, yo seré dulce contigo. 

De nuevo, inhaló profundo, intentando resignarse. Rozó suavemente sus labios con los del omega, para luego besarlos despacio, con la ternura desbordándose en aquel íntimo contacto. 

─ Ni siquiera me he ido y ya quiero volver, joder. ─expresó Joshua con frustración cuando se hubo apartado─ Hasta hace una hora me importaba una mierda el tiempo que pudiese permanecer en el exterior, es más, hasta creía que me serviría despejarme y olvidarme de ti. ¡Estaba seguro de que no lo sentías! Y ahora... Ahora irme es un nuevo y jodido problema que ansío quitarme de encima ya mismo. 

JeongHan se sintió fatal. Su rostro decayó en una expresión de absoluta amargura al pensar en que aquel viaje no sería un nuevo problema para el alfa si él lo acompañaba. Cierta parte de él tenía deseos de hacerlo, de ir tras él sin importar a donde quiera que fuese, pero, por otro lado, tenía tanto miedo.