I love you

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(T/N)

Estaba leyendo en la biblioteca cuando de repente un par de manos cubren mis ojos y sonrío ante la familiaridad del tacto.

–Edmund.

Quita sus manos de mis ojos y sonríe poniéndose enfrente de mí.

–¿Cómo te fue en tu junta? –le pregunté.

–Bien. No tardamos mucho. Vine a buscar a mi novia para desearle feliz primer aniversario.

–Feliz primer aniversario. –dije y Edmund besó el dorso de mi mano.

–¿Qué te parece un picnic a la hora del almuerzo?

–Suena perfecto–besé sus labios y él me correspondió–. Te amo. –le dije y recibí otro beso como respuesta. Luego cada uno de fue a arreglarse para la hora del almuerzo.

Lo nuestro empezó oficialmente hace un año y Edmund aún no ha dicho "te amo", aunque sé que lo hace porque lo demuestra. Ambos hacemos lo que nos toca para salir adelante y si el "te amo" es el problema de nuestra relación, entonces estoy bien con eso. Algún día lo dirá.

Me puse el vestido que a Edmund le gusta, me hice un semi recogido, tomé una botella de vino así como un par de copas y fui a los establos. Edmund y yo cabalgamos hasta un campo abierto. El cielo estaba un poco nublado, sin embargo el clima era agradable.

Bajamos de los caballos y dejamos que anduviera solos. Edmund puso una manta en el pasto así como una canasta y yo puse la botella de vino y las copas. Nos sentamos y empezamos a comer y a platicar de lo que se nos ocurriera.

De repente, gotas de lluvia empezaron a caer. Nos apresuramos a recojer las cosas y corrimos buscando un lugar para refugiarnos. Encontramos un sauce y nos refuigiamos bajo sus ramas. Me solté mi cabello mojado y nos sentamos, dispuestos a esperar a que la lluvia se detuviera. Edmund me puso su capa al ver que tenía frío.

Lo único que llegó a escuchar en ese momento fue la lluvia. Edmund tomó un mechón de mi cabello y empezó a jugar con él. Después de un rato volteo a verlo, mi mirada baja a sus labios y lo beso. Acuno su rostro en mis manos y me sigue el beso.

–Te amo. –susurró.

Reí emocionada al oír esas palabras y él se quedó estupefacto por unos segundos.

–¡Lo dije! –exclamó feliz–. ¡Te amo!

Empezó a darme besos en la cara y decía esas palabras de vez en cuando.

–Ahora no vas a dejar de decirlo, ¿verdad?

–No.

***

Al día siguiente, Edmund y yo estuvimos en cama debido a un resfriado, aunque él estaba peor. Después de un par de días, decidí ir a verlo. Estaba semi acostado, ruborizado aún por la fiebre que quizo subirsele. Al verme, sonríe.

–¿Cómo te sientes? –pregunté sentándome en la cama.

–Mejor que ayer.

Le pregunté si había comido algo y si tomó su medicina; la respuesta para ambas cosas fue positiva.

–¿Me das un beso? –pidió él.

–No, tienes bacterias.

–Las mismas que tú–replicó y yo reí negando con la cabeza–. Por favor.

Besé mis dedos índice y medio para luego ponerlos en los labios de Edmund cuya reacción fue una dulce sonrisa.

–Te amo. –dijo él.

–Y yo a ti. ¿Quieres que haga algo por ti?

Tomó su libro de la mesita que estaba al lado de la cama y me pidió que le leyera. Me dijo dónde se había quedado y empecé a leer. Después de un rato, alcé mi vista y vi que se había quedado dormido. Puse el separador en el libro y lo dejé en su lugar. Hice a un lado un mechón del cabello de Edmund que tapaba un poco su ojo. Tal vez debería cortarse el cabello. Besé si frente y lo dejé descansar.

One-shots & Headcanons🗡️👑Edmund Pevensie x ReaderWhere stories live. Discover now