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Era Kaminari el tipo más molesto y bullicioso de la historia quizás, o por lo menos así era para Katsuki.
Y es que no podía mantener la boca cerrada por un momento, dejar de moverse tan abruptamente de repente o hablar gritando. Y eso era hartante, que Katsuki no pudo más.
—¿Podrías en algún momento callarte, pedazo de idiota?
Kaminari detiene su charla con Mineta; quién también fue asignado para su grupo de estudio por Aizawa esa vez. Volteó y lo miró, desconcertado pero con buen humor.
Bakugo prosiguió. —En serio ¿no te cansas de gritar y moverte? ¿tienes gusanos en el orto, ¿eh?... —lo miraba de mala forma; de reojo precisamente, con altas ganas de meterle una ostia en la cara de cojudo que le ponía.
—¿Y tú? ¿no te cansas de ser un amargado? Oh cierto, nunca. La verdad no tengo idea de como Ei te soporta. —pero este no retrocedió, riendo en reacción; sacarron, sabiendo bien que después de eso debía sí o sí correr para salvar su cara de las ásperas manos de Bakugo hechas puños yendo directo a ella, con explosiones inminetes queriendo dañarla.
Y no se equivocó.
—¡MUERETE!-
[...]
—¿Es en serio, Katsuki?...
Kirishima miraba preocupado a su novio, sin creerselo.
¿Cómo el tipo más responsable que conoce dañaría una prenda que obligatoriamente debía usar toda una semana? Agregando que meterse en una pelea en un lugar publico como lo es una cafetería solo manchaba más su imagen y seguía quedando como 'el estudiante más problemático de U.A' ¿Acaso hoy invirtieron personalidades? O bueno, algo de sus personalidades. Kirishima no pelearía de sobremanera con un amigo, pero posiblemente sí dañaría o mancharia su uniforme sin quererlo.
—Sí, en serio, en que otro idioma te lo explico pelo de incendio... —no estaba del todo arrepentido, pero la cara de Eijiro se lo hizo plantear un poco. —No es para tanto Ei...solo fueron unos golpes por allí y por allá, no es como que lo haya matado, no soy un monstruo, tsk...
—¡No me refiero a eso!... aunque tampoco estuvo bien lo que le hiciste a Kaminari...—varió de emoción al hablar, de preocupado a neutral— En fin... ¡Bakugo! ¡Tu saco! ¿No los has visto? —y se volvió a preocupar.
Katsuki miró lo que le indicaba tan exaltado Eijiro, intrigado y nervioso debido a la actitud tan intensa del otro, notando el tremendo agujero que se le había hecho en el saco de U.A después de girar su cabeza hacia un lado. Ese gris con líneas azules verdosas. Ese saco que únicamente se lo adquiere por la institución. Sí, ese. Con un enorme agujero rodeado de una quemadura y repleto de ceniza, justo en la parte que vendría cubriendo el torso, o sea, demasiado evidente como para asistir a clases con eso.
