¡Cachorros! YM

🐺Baby VII

JiMin caminaba junto a su Alfa.

Su Yoonie había dicho que para que el parto no tuviera complicaciones, había que caminar para que sus bebés se acomodaran dentro de su vientre. Y JiMin siendo un Omega responsable con sus cachorritos, haría todo lo posible para que nada les dañara.

YoonGi había buscado un lugar donde JiMin no se sintiera inseguro, así que lo llevó al mismo parque donde tuvieron sus primeras citas. Era una zona que su Omega ya conocía, por las incontables veces que salieron a caminar o comer un helado.

JiMin estaba tan emocionado, y algo que era costumbre para él, desde que supo de sus cachorritos, era hablarles, JiMin y su Omega aseguraban que eran dos, YoonGi solo le daba la razón, no iba a discutir por algo como eso... además su Omega podía identificar los latidos de los bebés en su vientre, era parte de su lazo.

JiMin acariciaba su vientre mientras contaba las anécdotas que pasaron con papá Alfa antes de casarse.

- Entonces papá, alejó a esos Alfas... es que yo no entiendo, se acercaron y tenía mi anillo de compromiso...- JiMin suspira dramáticamente, y YoonGi solo lo observa mientras está comprando unas galletas que se le han antojado a su Omega- Pero... yo creo que papá tendrá que ponerles vigilancia, porque Yoonie quiere que se parezcan a mi, entonces sí, serán muy lindos... pero yo... yo quiero que se parezcan a papá...- sus ojitos se nublan por las lágrimas y comienza a llorar, YoonGi se acerca con rapidez.

Sus sollozos podrían avergonzarlo, pero eso no le importa.

- Yoonie...- JiMin abraza a su Alfa, en cuanto éste se acerca y agacha frente suyo para saber qué pasó.

- Mi amor... ¿por qué lloras bonito?- pregunta y acaricia la espalda de su Omega.

- Quiero que los bebés se parezcan a ti, Alfa... pero ¿qué haremos si son iguales a mí?- pregunta con verdadera angustia. YoonGi solo sonríe, y besa su mejilla, quita las lágrimas.

- Oh...- el mayor besa a su Omega- Pero cariño, yo los amaré mucho, porque son nuestros pequeños, si se parecen a mí, tendrás pequeños dormilones... y si se parecen a ti, tendremos lobitos llenos de ternura y amor... ya sean niños, o sean niñas, tendrán vigilancia porque nadie puede llevarse a nuestros bebés... aun si tienen cuarenta...

JiMin ríe y se relaja, su Yoonie de verdad es muy lindo. El Alfa siente a su Omega relajado, y sonríe, nada debe preocuparle a su mate... para eso está él...

YoonGi le entrega sus galletas más una bebida de leche con frutas, mientras se sienta a su lado. Saca una frazada pequeña, y cubre a su Omega de la brisa fresca, le abraza por los hombros y se dedican a ver el paisaje frente a sus ojos, la ciudad empieza a llenarse de luces a lo lejos, ambos disfrutando de la tranquilidad del momento.

- ¿Recuerdas el día que nos enlazamos?- JiMin le comenta en un susurro. YoonGi mira el perfil de su Omega, sus cabellos se mueven levemente y sus mejillas parecen ruborizadas.

- Claro que sí...- YoonGi responde y se inclina un poco, descansando su cabeza sobre el hombro de su Omega.- Ese día estabas muy hermoso, tu cabello lleno de flores blancas... tu sonrisa... mi lobo y yo lloramos de emoción y amor al verte...

JiMin mira a YoonGi. Y sonríe...

Luego de casarse, ambos decidieron hacer una de las tradiciones más antiguas entre lobos, una ceremonia de enlace no solo era intimar, era una unión sagrada delante de la luna, YoonGi había esperado por su Omega, fue algo que hicieron porque ambos lobitos deseaban que su conexión fuera más fuerte.

YoonGi preparó su habitación, dentro de su hogar, hizo el ambiente cálido para su Omega, su JiMinnie vestía un pijama de seda blanco, un poco transparente, que dejaba ver la lencería que su Omega usaba... pero más allá del erotismo de la escena, se sentía desbordante de amor de que su Omega se entregara a él por voluntad propia, que le permitiera amarlo de nuevo...

- Tenernos el uno al otro, es lo más bonito que he sentido...- JiMin dice sonriendo.

- También yo, amor... también yo...- YoonGi le abraza y besa su cuello por encima de su abrigo y la manta que tiene su aroma...