4. Decisión Unánime

146 12 23
                                    

KIM SEOKJIN

—Entiéndelo, Taehyung.

Me arrojó una cerveza y después se sentó a mi lado. —¿Qué quieres que entienda? De verdad que te desconozco.

—Escúchame, no voy a desperdiciar esta oportunidad.

—Oye, ¿recuerdas que yo también la vi? La chica no está mal, pero...

Froté mi palma a lo ancho de mi cuello. —Si te escucho decir alguna estupidez sobre ella, juro que...

Él rió. —Estás de broma ¿cierto?

—No. Y más vale que te acostumbres.

—No puedes decidir de un día para otro que vas a abandonarme a mi suerte. Somos un equipo. No existe pizza sin queso, o un emparedado de cerdo dulce sin papas fritas.

—Primero que nada, eso es asqueroso.

—Hermano, tú eres Thor y soy yo Loki. No estás entendiendo mi punto.

—Lo hago, Tae, en verdad.

—Si lo hicieras, no irías a esa broma de cita. No la conoces, ¿qué pasa si no es lo que esperabas?

—Lo es. —aseguré, la decisión supurando por mi piel.

—¿Pero si no lo fuera?

—Entonces me encontraré contigo y nos emborracharemos como antes. —Tomé aire. —No estoy abandonándote, pero es posible que nuestras rutinas se vuelvan... cómo decirlo...

—Nulas. — murmuró.

—Esporádicas.

—Ni siquiera es tu novia.

—Podría serlo.

—Tú no quieres una novia, hyung.

—No, pero ella se muere por ser una.

—¿Y qué culpa tengo yo? —le dio un trago a su cerveza, luego continuó: — Si lo que quieres es un poco de diversión, puedes tenerla si vienes conmigo.

—Quiero tenerla con WooRi.

—¡Hyung! —lloriqueó. — Van a estar las hermanas Choi y Jeon Eun, quieren un reencuentro después de la universidad. No me hagas esto.

—Esas mujeres pasaron por toda la comunidad escolar y no quiero que me peguen alguna enfermedad.

—¿Y eso qué? Pasabas el rato con ellas todo el tiempo.

—Olvídalo. Entre pasar una velada con WooRi y hacer una orgía contigo incluido, la escojo a ella.

—¿A la bibliotecaria?— me miró sorprendido.

—Sí.

—Entiendo que quieras cumplir la apuesta, honestamente pensé que tardarías más de dos semanas, pero aún así...

—No es por la estúpida apuesta.— le di un profundo trago a la cerveza antes de enfrentarme al sermón que Taehyung estaba por darme.

Hyung, ella no es del tipo de mujer a la que estás acostumbrado. Se nota a kilómetros que no es como las chicas con las solías salir, ella es buena.

—Eso lo sé. Pero por alguna extraña razón WooRi tuvo la descabellada idea de elegirme a mí para este circo, eso me hace sentir afortunado.

—Quiero entenderte, Jin, de verdad lo quiero; pero, amigo – pasó la mano por su pierna, señal de que se hallaba ansioso —, ¿qué es lo que ella hizo para tenerte en este estado? Y por favor, no me digas que te enamoraste. Eso sería como decir que me encanta el caviar si ni siquiera lo he probado.

Hasta Que El Sol Se CongeleOù les histoires vivent. Découvrez maintenant