Immortal | Alice Cullen (Terminada)

Capítulo 37

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Solté su mano que estaba abrazado a mi brazo derecho cuando llegamos a la puerta de su casa, podía oler su tristeza junto a la tranquilidad que le doy, me gire para verla mejor, me daba ternura tener que agachar la cabeza para verla mejor y que ella la tenga que alzar.

- Hemos llegado a su castillo, princesita Cullen - Me agache levemente para darle un beso en su frente- Nos vemos luego, Alice

Me aleje de ella para abrir una grieta e irme por ella, suspire pesadamente moviendo mi cuello, me senté en el sillón con aburrimiento, agarre el control de la televisión y empecé a buscar algo entretenido que ver.

Escuche como una de las puertas del segundo piso era rota de golpe haciendo que frunce el ceño y me pare del sillón alertada, me acerque a las escaleras cuando vi como Azael peleaba fuertemente contra un demonio que lo atacaba con una daga.

Ambos rodaron por las escaleras cayendo a mis pies, agarre al demonio del cuello alejándolo de él, le quite la daga en un movimiento rápido para ponérsela en el cuello.

- ¿Quién te mando? - Cambie de color mis ojos

- Él viene - Su voz ronca y profunda resonó por la casa- Él te hundirá como lo hizo hace siglos

- ¿Quién es él? - Le pregunte enojada al saber a qué se refería- ¿Quién es él maldita sea? - Enterré levemente la cuchilla en su garganta

- Él esta tan cerca de ti y de los tuyos - Apunto a Azael con su mirada- Él te matara a ti y a los tuyos - Me empezó a reír como loco haciendo que pierda la cordura y le raje el cuello

La sangre salía a chorros grandes manchando el suelo, mi ropa, manos y brazos, sentía como mi cuerpo vibraba del enojo e impotencia. Mire a mi hijo que estaba en el suelo con grandes lastimadas que no se le curaban por el tipo de daga que el demonio usaba mientras recuperaba el aliento.

- Ve con tus abuelos, asegúrate que estén solos - Le indique reprimiendo mi enojo- Quiero que le digas que paso aquí, tu abuela te curara, limpiare e iré contigo, ni una sola palabra de eso a alguien, ¿Entendido? - Asintió cansado- Ve, hijo

Se levanto del suelo con rapidez para irse al infierno con sus abuelos, solté de golpe el cuerpo del demonio muerto, miré la daga que empuñaba en mi mano con fuerza, gruñí al ver qué tipo de daga era. No quería solamente lastimarlo, lo quería matar ese mal nacido, quería matar a mi pequeño renacuajo.

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- ¿Nunca te dijo quién era? - Me pregunto mi madre

- No madre, él simplemente dijo eso y mi enojo floto - Miraba el suelo con enojo- Padre está examinando el cuerpo, aunque dudo que encuentre algo en esa cosa - Gruñí molesta

- Tranquila hija - Acaricio mi mejilla con cariño- No dejaremos que vuelva a pasar - Me acurruque mejor ante su tacto

Amaba cuando mamá acariciaba mi mejilla tranquilizándome cuando algo me molestaba demasiado, su aroma a coco me relajaba haciendo que recuerde mi infancia, me sentía como esa pequeña de cinco años a su lado, sus ojos me miraban con tanto cariño y amor como siempre lo han hecho.

Las puertas fueron abiertas de golpe haciendo que giremos nuestras cabezas para ver quien o quienes eran, nos encontramos con las caras angustiadas de Bella, Dahaka y de Astartea, las tres se acercaron a nosotras con rapidez.

- ¿Cómo estas, amor? - Me pregunto Astartea preocupada

- Físicamente bien - Fruncí mis labios- Azael fue curado por mamá y ahora está durmiendo en su habitación cuidado por Eligor, necesitamos hacer esto lo más discreto posible, quien sea que sea sabrá lo que pasa y sabrá nuestros movimientos

- ¿Quién podría ser? - Me pregunto Bella enojada y preocupada

Bella le tenía demasiado cariño a Azael ya que ella lo quería y trataba como si fuera un hijo para ella en vez de un sobrino más, ella y yo teníamos una amistad muy fuerte haciendo que nos queramos como hermanas.

- No sé - La mire- Pueden ser cualquiera, el demonio dijo que él estaba cerca de mí y de los míos, solo podemos confiar en mis hijos y padres

- ¿Estás diciendo que puede ser alguno de nuestros hermanos? - Me pregunto Dahaka sorprendida

- No exactamente, pero si alguien de la familia o conocido cercano - Le aclaro mamá- No podemos confiar en nadie a partir de ahora, por cómo se refirió ese demonio significa que él conoce lo que paso hace siglos

- Y fue el encargado de que pasara - Termine con un nudo en mi garganta- Él fue el que causo su muerte - Apreté mi mandíbula- Él fue – Sentí como mis ojos empezaron a picar

La puerta fue abierta de nuevo dejándonos ver a papá, por su cara supe que no encontró algo relevante, las lágrimas brotaron de mí de golpe, Astartea me abrazo con fuerza haciendo que rompa en llanto aún más.

- Lo encontraremos - Me dijo suavemente mientras acariciaba mi espalda- Haremos que pague todo lo que hizo, mi amor

- No hay que confiar en nadie, Azael siempre estará con alguno de sus hermanos o con los Cullen - Les indico papá- Si es alguien de la familia sabe demasiado de nosotros para acabarnos y hasta nuestras actividades diarias, Bella y Azael entrenaran el doble para que puedan defenderse aún más

>> No dejaremos que esto siga avanzando, no sabemos hasta qué punto él pueda llegar, también no se queden solas con nadie más que no sea mis nietos o los Cullen, sobre todos a esa Cullen hay que cuidarla, ella no tiene la fuerza, agilidad y rapidez que uno de los nuestros como para defenderse

Escuchaba como papá hablaba de fondo mientras lloraba desconsoladamente en los brazos de mi pelirroja, me aferraba a su pequeño cuerpo pálido. No podía dejar que volviera a pasar, no podía dejar que algo más ocurriera.

- Eso es, amor - Me dijo Astartea viendo que me calmaba- Tranquila, no dejaremos que le pase algo a Alice o nuestro pequeño renacuajo - Beso mi hombro encima de mi blusa

Asentí perdida en su cuello, suspire al estar tranquila, mamá me entrego una servilleta y me limpie la nariz y restos de lágrimas que había rodado por mis mejillas. Bese la frente de mamá para irnos a nuestras habitaciones correspondientes.

- No hay que confiar en nadie hijo, infórmales a tus hermanos y que tomen sus precauciones - Le dije mirando a Azael dormir tranquilamente- No quiero perder a alguno de usted

- Eso no pasara, madre - Me aseguro Eligor abrazándome por la espalda- No dejaremos que pase de nuevo, ya mucho sufriste esa vez como para que suceda de nuevo - Beso mi cabellera- Dormiré aquí con él, mañana estaremos en casa jugando videojuegos para que se distraiga de lo que paso hoy

- No hay que ocultarle nada, él ya sabe la historia sobre ella - Gire mi cabeza para verlo- Solo hay que cuidarlo, tiene menor experiencia en todo, tú y Maze tienen que entrenarlo aún más como a tu tía Bella

- Así será, madre - Asintió serio- Yo me encargo de que eso pase, a mis demás hermanos les diré que vuelvan a entrenar y que se mantengan alertas - Asentí más tranquila

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