George Weasley - sol de verano

409 37 0
                                    

Hacía un calor horrendo.

Los insectos volaban alrededor de los dos.

Ella tenía la barbilla apoyada sobre sus dos manos, con su pelo rojo suelto dejándose acariciar por la brisa veraniega.

Él tenía los ojos cerrados, los brazos cruzados y su cabeza apoyada en sus brazos.

Ambos tumbados boca abajo y tumbados.

Ella se giró - Papá - llamó.

- ¿Sí cariño? - preguntó sin abrir los ojos.

- ¿Cómo empezaste a salir con mamá?

- Era un día de estos. Hacía calor. Tu tío Fred y yo sugerimos jugar al quidditch. Aceptaron casi todos. Tu madre no, ella nos animó. Gané y se lo pedí. Ella aceptó.

- Que bonito.

- ¿Por qué preguntas Rose Mary?

- ¡Papá! - se quejó ella.

- Así te llamas hija.

Ambos se callaron.

- Hace calor - comentó ella.

- Sí - dijo él.

Silencio.

- Papá

- ¿Hmh?

- Creo que te quiero mucho.

- ¿Crees?

- Lo sé - la pequeña sonrió. 

- Eso está bien.

Ella lo miró confundida mientras él seguía así.

- ¿No vas a decir nada?

- ¿El qué?

- Te he dicho te quiero papá.

- Yo también te quiero cariño.

Un poco más atrás, sentados en una pequeña manta con comida encima, un pequeño pelirrojo con pecas chupaba el chupete mirando a su hermana. La mayor miraba confundida la escena mientras acariciaba el pelo de su hijo.

- Hace calor papá - esta vez, ella se quejaba.

- Estamos aquí por tu hermano - se justificó él.

- Mamá lo propuso.

- ¿Y qué digo yo siempre?

- Haz lo que te diga tu madre.

- ¿Alguna vez hemos caído con esa frase?

- La verdad es que no.

- Normal, tu madre siempre tiene razón. Sabe lo que hacer. Hazle caso, y te irá bien. Recuerda esto de tu padre, que no le hacía caso a nadie.

- ¿Te amenazó para eso?

- Que va. Me caí, y ella me soltó: te lo dije. Me hubiera reído, pero seguí sin hacerle caso, y aprendí la lección. 

- ¿Dónde te caíste? ¿Qué pasó?

- El calor te afecta hija. George, para de decir burradas - les regañó Tn.

- Me dijo que no encendiera unos petardos de la tienda el día que se inauguró. Lo hice, porque claramente, no sabía nada de la vida para entonces. - la pequeña empezó a reírse. - La parte de arriba empezó a arder. Me dijo luego: no enchufes esa manguera, es de oxígeno. No me preguntes por qué teníamos una, encima a mano. No le hice caso tampoco.

- ¿Qué pasó con la tienda?

- Estalló la parte de arriba. Por eso, siempre le hago caso a mamá.

- ¿La tuya o la mía?

Phelps twins one shotWhere stories live. Discover now