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Recordar:

Damian y Anya en este fanfic son adolescentes.

Damian y Anya se conocían desde que la femenina llegó a Japón por primera vez. No tardaron mucho en llevarse bien puesto que compartían cosas en común.

Damian siempre trató de buena forma ha Anya, la cuidaba y consentia, si él estaba cerca, la femenina no podía evitar sonreír.

Por eso fue que en algún momento Anya terminó enamorada de su amigo. Jamás le había gustado nadie como lo hacía Damian.

No estaba muy segura de que hacer al respecto, lo pensó mucho. Tal vez era algo pasajero, pero mientras más meditaba más se daba cuenta que enserio sentía algo por él.

Así que con gran valentia decidió confesar sus sentimientos.

Pero cada vez que lo intentaba se ponía demasiado nerviosa, siempre terminaba diciendo cualquier tontería. Y ese día no fue la excepción, ya era la actava vez que intentaba confesarse, pero se salió por completo de sus manos.

Como antes dije, Anya se ponía demasiado nerviosa. Aquellas palabras salieron antes de que siquiera pudiese procesarlas.

─Damian, quiero que me beses.

Damian parpadeo varias veces tratando de procesar lo que la femenina le había dicho. La miró y Anya tenía una expresión sería en su rostro, sin ningún rastro de que estaba bromeando.

Anya por su lado estaba demasiado avergonzada de su repentina petición. Trató de ocultarlo poniendo su mejor cara de poker pero lo que no pudo ocultar fue el sonrojo en sus mejillas.

─Any-

─¡Te pago!

Su cerebro advertía que debía dejar de hablar, aunque las señales no llegaban del todo bien. Su mente había hecho cortocircuito y hablaba sin pensar.

─¿Pagarme? ¿De qué estas hablando, te sientes bien?

─Puedo pagarte, tengo dinero─empezó a buscar en su billetera─. Te pagaré cincuenta yenes ─sacó los billetes.

─Yo-

─Tomalos Damian ─insistió sin mirarlo.

Damian sonrió con ternura. Bajo la mano que le extendía Anya y acarició su pelo.

─Entonces quieres que te bese.

El sonrojo de la pelirosa se extendió hasta sus orejas sin poder evitarlo. Ya sabía que había dicho una tontería y que probablemente a estás alturas Damian ya sabía de sus sentimientos.

─Lo haré ─concedió Damian.

Se acercó más a Anya quien tenía el corazón a millón. No podía creer que enserio su amigo iba a besarla, su ilusión cayó por los suelos cuando sintió unos labios en su mejilla.

Vio a Damián interrogante, éste tenía una sonrisa de oreja a oreja.

─No tenías que pagarme por eso.

─No me refería a eso -bufó.

─¿Ah no? ¿Entonces?

Anya no contestó, se limito a rodar los ojos por el gran despiste del pelinegro.

te pago ━━ sxfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora