Memoria sin recuerdos - KM.

28. Felices por siempre.

Antes de comenzar, quiero agradecer a mis conejitas por el apoyo que siempre me dieron. las amodoro ♡

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-¡Los declaro, esposo y esposo! - exclamó Elvis con emoción - Vamos, pueden besarse sin problema.

Liam aplaudía desde atrás, viendo como el camarógrafo tomaba las fotos correspondientes.

Jungkook acunó entre sus manos el rostro sonrojado de Jimin y se inclinó para besarle. Los labios pulposos de su esposo recibieron los suyos con deseo, con pasión.

-Te amo como no te imaginas - susurró contra la boca de Jimin; sonriendo y besándolo al mismo tiempo.

Se besaron una última vez antes de separarse y salir de su burbuja de amor, aun cuando ninguno de los dos lo deseaba realmente.

-El documento legal de su matrimonio estará listo dentro de tres días - les informó Elvis, con una sonrisa traviesa sobre sus labios.

-Perfecto - respondió Jungkook, dejando ver un leve rubor sobre sus mejillas.

-Pueden venir aquí o se los mando por fax.

-Aquí - Jimin dijo rápidamente - Nos quedaremos en esta zona por varios días.

-¡Perfecto! Pueden pasar ese mismo día a retirar las fotos.

-Bien.

-La limusina ya está lista y los espera afuera. Los llevará a dar una vuelta manzana, rodeando todo el sector antes de pasarlos a dejar al hotel en el que se están quedando - terminó por decir Elvis, dándole un ligero apretón de manos a los recién casados - Y, muchas felicidades por el gran paso que dieron. ¡Que sean muy felices!

-Gracias - dijeron los dos, comenzando a caminar hacia el exterior de la capilla.

-Fue un gusto conocerlos - Liam les abrió la puerta del gran vehículo adornado con globos y lienzos blancos - Si vuelven a venir o si en estos día quieren un tatuaje nuevo, vayan a verme a la hora que sea y se los hago con gusto.

-Muchas gracias, Liam - Jungkook aceptó el abrazo cariñoso que el hombre le ofreció. Luego abrazó a Jimin, palmeando suavemente su espalda.

Ambos subieron y se impresionaron con lo que encontraron en el interior de la limusina.

-Hola - el chofer los saludó con una encantadora sonrisa.

-¡Hola! -Jimin le devolvió el saludo, tomando unos frutos secos para llevarlo a su boca.

Jungkook simplemente lo saludó con un gesto de cabeza.

-Ya tengo la dirección del hotel donde debo ir a dejarlos, pero antes les daré un pequeño paseo.

-Vale - Jungkook le respondió.

-Coman todo lo que quieran, ya que es para ustedes. Cerraré la ventana para darles más privacidad, ¿bueno?

-Gracias - volvió a decir Jungkook.

El vehículo se puso en marcha y la ventana que los separaba del chofer se cerró en su totalidad. Jungkook se relajó, mirando a Jimin como llenaba sus mejillas con todo el coctel salado que tenían a su disposición.

-¿Champagne, señor Jeon? - Jungkook le ofreció a Jimin, quien se limpió las manos con un trozo de papel y asintió con su cabeza.

-Por favor.

Estaban en un punto donde la borrachera ya no les provocaba nada más que hambre y risas traviesas.

Jungkook retiró el sello de la botella y forzó el corcho, hasta que salió disparado contra el techo del auto. El líquido burbujeante de la champagne salió a presión, mojando el asiento de cuero y sus trajes de novios.