24 Capitulo: El regalo de Katsuki.

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La noche del 25 de diciembre había caído, los hermanos Midoriya se habían ido temprano y la mancion estaba en silencio, Katsuki se encontraba fuera del dormitorio de Izuku, tragó saliva, se encontraba nervioso por algún motivo, en su mano tenía un regalo y realmente no estaba seguro de entregarlo.

Abrió la puerta sin tocarla y encontró a Izuku leyendo un libro en su ventana.

- Katsuki - El chico se sentó anelante al ver al rubio entrar.

- Izuku, hola - El peliverde dió.dos golpes a el mueble de la ventana para que los dos de sentarán.

- ¿Que te trae aquí tan tarde? - El peliverde se veía nervioso, jugaba con sus dedos y evitaba verle la cara.

- Quería darte tu regalo, se que me dijiste que solo me querías ver feliz, pero..me dejó mal sabor de boca no darte algo - Así Katsuki le tendió a Izuku la caja, Izuku la tomo con ambas manos notando que era algo pesada para su tamaño delgado y alargado - Pensé en algo que te fuera de utilidad y amm te cuidara.

Izuku abrió la caja encontrando dos palillos delgados hechos de metal pegados por algún motivo no aparente.

- Son ¿Palillos para el cabello?

- Si am...son especiales - Katsuki los tomo y se los mostró mejor a Izuku - Chisaki me ayudó a inventarlos, puedes recoger tu cabello y usarlos, se verán como un lindo accesorio - Izuku lo vio confundido - Pero son algo masisos, así que puedes usarlos de armas y..tienen una peculiaridad - Katsuki los separó, mostrándose un rayo verde entre palillo y palillo - Es solo para aturdir, es seguro.

- Muchas gracias - Izuku le sonrió con dulzura y Katsuki supo que hizo algo bien.

Sabía que Izuku nunca usaría una pistola y un cuchillo hace que le tiembre la mano, pero en cambio esto lo mantendría tranquilo.

Katsuki junto los palillos y los dejo en la caja, Izuku algo nervioso se hacerca y tomo la.mano de Katsuki con pena.

- Encerio, muchas gracias, sabes que no soy capaz de...matar, no otra vez y en caso de emergencia esto me será de mucha utilidad, yo.. no tengo nada preparado para ti - Izuku desvío la mirada.

- Dame un mote, solo un apodo, ese sería mi mejor regalo - Katsuki tomo las mejillas de Izuku y comenzó a besarlo.

Ya estaba, había aguantado todo el día, ahora estaban juntos, estaban solos, querían besarse, podían besarse.

- Kacchan - Dijo Izuku en un susurro.

Katsuki beso otra vez los labios de Izuku, el peliverde, algo tímido subió a horcajadas a las piernas de el rubio y este se separó.

Katsuki sonrojado tomo la cintura de Izuku por impulso y Izuku solo desvío la mirada avergonzado.

Ya habían hecho esto antes, pero Izuku no recordaba tanto y Katsuki en ese momento estaba algo ebrio, así que, sería en realidad su primera vez.

- ¿Podemos? - Pregunto Katsuki en un susurro iido, el olor de Izuku a hierbas y algún jabón sutil lo mantenía iido.

- S..si - Izuku bajo la mirada y entrecerró los ojos.

Katsuki se levantó tomándolo de las nalgas, Izuku se sobresalto pero no dijo nada en realidad. El rubio lo dejo caer delicadamente en la cama y se volvieron a besar, un suave baile de labios que por exigencia de Katsuki se volvió una danza herratica de lenguas.

La situación trascendió y Katsuki y Izuku comenzaron a besarse con pasión, el cuarto se llenó de sonidos y suspiros, la ropa rápidamente comenzó a ser una molestia.

CUANDO LAS AMAPOLAS MUEREN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora