Hoseok había creído desde siempre que el amor era una porquería, un sentimiento que no hacía más que crear conflictos y herir corazones. Pero cambió de parecer cuando conoció a Yoongi, descubriendo que el amor no era todo lo que había creído. Desafo...
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Hoseok cayó al suelo cuando la palma de la mano del beta se estrelló contra su mejilla. Daehyun se enfureció cuando lo recogió del trabajo y percibió el aroma de la fragancia de otro hombre en el cuerpo del omega.
Lo llevó a la soledad de su casa esperando una explicación y para desquitar su enojo de verse traicionado por Hoseok.
—¡Maldita perra barata! ¡¿Es así como me pagas todo lo que estoy haciendo por ti?! —gritaba, amenazando con volver a golpearlo.
Pero el omega solo pudo cubrir su vientre para que el beta no dañara a su cachorro.
—Daehyun, en la oficina, la mayoría de los ejecutivos y empleados, son hombres —se justificó con miedo, pues en realidad, todo el aroma de Yoongi se había impregnado en su cuerpo, luego de pasar todo el día con él y la bebé.
—¿Me crees idiota, maldito omega? ¡Dime con quién has estado revolcándote a mis espaldas!
—Daehyun, no por favor... —rogaba entre sollozos, cubriéndose de cualquier otro ataque.
Una llamada entrante en el celular del beta, lo salvó de esa horrible situación. Corrió al baño, ya que le ardía la cara, y desafortunadamente, se encontró con un enrojecido golpe en su pómulo y mejilla, la mano de Daehyun era realmente fuerte y pesada.
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Ya que exactamente el día de su cumpleaños era el día lunes, sus amigos decidieron hacer la reunión un fin de semana después. Además de que en esa misma semana, tenía cita con el obstetra y le daría la fecha exacta para la cesaría, estaba muy emocionado, aunque estuviera mirándose en el espejo con lágrimas en los ojos, maquillando el moretón en su cara.
La reunión estaba por comenzar, se había dado una ducha y se esmeró en cubrir todo perfectamente con maquillaje. Se colocó la nueva camisa maternidad en color verde pastel que su papá le había obsequiado, acompañándola con un pantalón suelto en tono blanco.
Aún se sentían los fríos de invierno, así que su padre se encargó de ajustar la calefacción y encender la chimenea eléctrica para que sus invitados se sintieran cómodos.
