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  — ¿Quieres ir a fuera? — me susurra en el oído después de haber bailado varias canciones. Me sorprendió que pusieran canciones lentas, la verdad.

  — Sí, por favor. — pedí en un murmuro contra su pecho. Sí, en su pecho. Pero fue lo suficientemente audible para él.

  La mano que estaba en mi nuca pasó a rodear mi muñeca y después, tiró de ella ligeramente hacía él mientras comenzaba a caminar a una de las puertas que diera a una salida donde no haya tanta gente. Porque sí, esto aún estaba repleto de gente y dentro era sofocante, asfixiante y agotador.

  Afianzó un poco más su agarre en mi muñeca porque casi nos separa una pareja de chicos besándose como nunca. Sonreí divertida por eso porque uno de ellos era mi compañero de mesa en algunas clases. Claramente el no me vio, estaba muy ocupado en lo suyo.

  Lo siguiente que vi mientras seguía a Jayden, era a mi mejor amiga saliendo del baño de mujeres detrás de una pelirroja. Y ambas con el labial más corrido que yo que sé. Se intentaba arreglar el cabello, pero se detuvo nada más verme. Sus ojos me analizaron, miro mi brazo estirado a Jayden y después de quien provenía la mano que me agarraba, puse los ojos en blanco cuando me dedicó una sonrisa divertida y pervertida a la vez.

  Chloe siendo Chloe en la vida, señores. 

  Me lanzó un beso al aire junto a un guiño y yo preferí a otra parte cuando supe que iba a decir otra cosa más. Pasé de largo y me seguí dejando guiar. 

  ¡Y por fin! ¡Por fin pudimos salir! Estábamos en una zona algo apartada de toda la fiesta. Algunas personas estaban a nuestro alrededor fumando o tomando aire, pero ni siquiera se inmutaron a mirarnos.

  No obstante, me di cuenta de algo. Hice que Jayden soltara mi muñeca y caminé hacía la gran terraza en donde se veía la ciudad. Me agarré al barrote y cerré mis ojos cuando sentí la brisa golpear mi rostro y como movía mi pelo.

  Sonreí, hacía tanto tiempo que no sentía esto.

  — Veo que te gusta. — una voz ronca y conocible se hizo presente en mi silencio.

  — La noche es la parte que más me gusta. Pero... — me callé.

  — Pero... — me incita a seguir tras unos segundos, tuve que abrir mis ojos y verle de reojo, a mi lado derecho.

  — No todos los días puedo disfrutarla como quisiera. — cedí. — Cuando una se mantiene ocupada la mayor parte del día, a la noche no le queda más que dormir lo que le queda hasta que suena el bendito despertador.

  Lo escuché suspirar y simplemente eso hizo que despertara mi interés.

  — Vida de universitaria.

  — ¿Cómo sabes que soy una?

  Que pregunta más estúpida, Melody.

  — ¿Recuerdas cuando el otro día casi te hago volar? — eso me hizo reír, pero al instante me tensé porque se acercó a mi hasta el punto de rozar nuestros brazos. Y sé que él lo hizo a propósito. Y también sé que notó mi reacción.

  Asentí.

  — ¿Qué con eso?

  — Nada. — dijo repentinamente. Fruncí mi ceño. — Mi hermana me dijo que eras universitaria y tu amiga, la de antes, también. — me hizo dudar en si creerle o no. Pero aún así, asentí con mi cabeza.

  Iba a decir algo respecto a mi mejor amiga pero mi móvil empezó a sonar y tuve que mirar sus ojos oscuros que, sin haberme dado cuenta, no se habían despegado de mi en ningún momento desde que llegamos aquí. Tuve que dedicarle una pequeña y tímida sonrisa, enseñando mis aparatos y haciendo que el piercing en mi labio reluzca.

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⏰ Laatst bijgewerkt: Oct 20, 2022 ⏰

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