⌨︎ 𝐀𝐭𝐞𝐧𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞: 𝙰𝚗𝚘𝚗𝚒𝚖𝚘 ⌨︎

⌨︎ 𝙼𝚒𝚎𝚛𝚍𝚊 ⌨︎

El pelinegro corría lo más rápido que podía, debía llegar antes de toparse con Arlo, ya que se había hecho ... Costumbre, el chocar con él sin saber exactamente la causa.

Seguramente se preguntaran el porqué bueno, lo que pasó fue que cuando John iba camino a la escuela, se despertó más temprano de lo usual por lo que decidió alargar un poco más su recorrido y en un momento que debía cruzar la calle, al otro lado se encontraba el rubio acariciando un gato.

Tal acción hizo pensar a John que podría ser una muy buena oportunidad de molestar a Arlo con aquella foto, claro que primero se la mostraría a Sera, pero primero debía tomar la foto. Aunque, olvidó un pequeño detalle ... El sonido de su cámara.

Se había dado cuenta demasiado tarde, para su suerte en la esquina donde estaba parado había unos botes de basura por lo que se escondió detrás de uno de ellos mientras esperaba que el más alto no se diera cuenta de que para su suerte, resultó como quería.

Ahora volviendo al presente, John finalmente había llegado a la escuela con la respiración alterada, tanto que podría decirse que corrió un maratón atlético.

—Santa mierda ... Me vuelvo viejo— dijo para sí mientras se adentraba más a la escuela.

—¡Hey!— le hablo una voz familiar a la vez que una mano le tomaba el hombro del contrario.

El ojimiel se asustó y opto por una pose de defensa sin embargo, se tranquilizó al ver que solo era Seraphina.

—Oh hey— dijo un poco más tranquilo.—¿Qué tal Sera?

— ... ¿Te asustaste?

—... Un poco pero cambiando de tema. ¿Qué haces aquí?

—¿Cómo? ¿Qué hago?, también vengo a la escuela aunque ...— se detuvo un momento para observarlo, tratando de encontrar algo en su rostro.—Es raro que vengas tan temprano a la escuela, conociendo lo holgazán que eres.

John estaba realmente sorprendido por las palabras de su amiga, realmente lo conocía bastante así que probablemente sabría si está mintiendo o no, esta vez no sabía qué decirle. Sus pensamientos se esfumaron al ver como sus ojos se abrían mostrando que estaba sorprendida, como si hubiera descubierto algo muy importante.

—No puede ser ... ¿¡Estás enamorado!?— exclamó con una expresión de felicidad.

¿Es en serio?, pensó el más alto.

—¿Qué te hace pensar eso?— pregunto confundido.

—Es simple— comento con una sonrisa. —Últimamente has llegado muy temprano, estás más distraído de lo normal, sonríes como un idiota y espera ... ¡Estás sonrojado!

Rápidamente John se tocó la mejilla para asegurarse de lo que decía Seraphina, era verdad, sus mejillas estaban calientes y seguramente estaban de un tono carmesí intenso.

—Dime quien es la persona afortunada— exigió con emoción la peli morada.

—¡Oh! Mira la hora, debo ir a... ¡Química! Si, ya sabes que esa materia no puedo repetirla— argumento con un tono nervioso. Aun así no convenció a la contraria.—Nos vemos en el descanso ¡Adiós!

Fue lo último que dijo antes de salir corriendo, la de mirada azul solamente pudo agitar su mano en forma de despedida más sin embargo, su mirada se dirigió hacia el suelo donde yacía un sobre color amarillo. Lo recogió y sonrió, su amigo realmente era un caso perdido.