sexo con mi hermanastro ~Nash Grier y tu~

Capítulo 6

Camino rápido al interior de la casa dejando a Nash dentro de la piscina, logró escabullirme con éxito hasta el segundo piso de la casa sin que mi papá me descubriera, con lo que acaba de suceder no creo poder mirarlo a la cara.

¿Cómo fui capaz de besarlo? ¿En qué estaba pensando?

La respuesta es simple, no pensaba. No pensaba en nada más que en la deliciosa cercanía que estábamos teniendo, en nada más que en mi deseo de querer besarlo como la última vez y es que aún recuerdo ese día.

Flashback

Ambos caminábamos nerviosos de un lado a otro en mi habitación, pensando en como contarle a nuestros padres de que lo que ellos nos dijeron un montón de veces había pasado.

Como contarles que por mucho que se lo hubiesemos negado Nash y yo nos habíamos enamorado profundamente.

Que aquella amistad que surgió cuatro años atrás, la cual desarrolló una gran complicidad entre ambos había evolucionado, llegando a convertirse en un amor sano y sincero.

-Estoy nerviosa Nash, no sé como se lo tomen... No quiero que crean que les mentimos todo este tiempo.- me siento en la cama apretando ligeramente el puente de mi nariz con mis dedos.

-¡Hey! Nena relájate, no va a pasar.- nota en como su comentario no calma en nada mi nerviosismo -De hecho tengo el discurso listo....

-A ver...- sonrió con simpatía a la espera de que me diga aquel brillante discurso.

-Señor _____(t/a), mamá... ______ y yo queríamos contarles de que lo que ustedes tanto insistían, ocurrió... Finalmente ____ logró hacerme caer ante sus encantos y....

-Embustero.- golpeó su hombro con suavidad y reímos.

Reíamos felices y enamorados pensando que de ahí en adelante todo iba a marchar bien con nosotros dos. Grave error.

Aún recuerdo como no logramos decirles nada de nuestro amor.

"Nos comprometimos, seremos una familia"

Fue la frase que hizo que todos nuestros planes juntos se vinieran abajo, la frase que nos dejo en completo silencio por un par de minutos, la frase que nos hizo terminar con nuestro reciente amorío.

-_____ entiende, no quiero perderte.- me dijo entre lágrimas y frustración.

Recuerdo en como lo abracé para consolarlo, cuando le dije que debíamos terminar lo nuestro, aquello que recién empezaba.

Y es que una parte de mi estaba feliz de por fin ver a mi padre sonreír con otra mujer después de lo de mamá, y aunque significará sacrificar mis sentimientos hacía Nash, estaba dispuesta a hacerlo.

Ese día nos besamos por última vez, entre lágrimas y abrazos nos despedimos y juramos matar el amor que surgió, en trabajar para que nuevamente solo existiera una relación de amigos y medio hermanos entre nosotros. Lo logramos.

Después de un par de años lo conseguimos, pero aquel beso que nos dimos en la pileta sólo había ocasionado que aquel huracán de emociones se hiciera presente, amenazando en no volver a irse jamás, trayendo problemas.

Grandes problemas.

Nash

Camino hacia el interior de la casa aún en shock por lo sucedido, mi corazón late fuerte y mi respiración es acelerada.

-Ahí estas hijo, estaba buscando a ______ pero no la encuentro ¿sabes si de casualidad salió con las chicas?

-Estábamos en la pileta jugando un rato, pero cuando llegaste justo ella había subido a cambiarse.

-Entiendo, dile que se arregle. Con tu madre fuimos invitados a un cumpleaños de uno de sus amigos y quiere que vayamos todos juntos, así que avísale y luego arréglate tú también.

-Bueno.- subo a paso lento las escaleras hasta llegar a la habitación de ella, doy ligeros golpes en la puerta y esta se abre a los segundos.

-Nash.- su rostro se sonroja al instante y podría apostar que es debido al beso que nos dimos -¿Qué pasa?

Su postura cambia a una más recta y firme al igual que su actitud hacía mi, como queriendo lucir indiferente a todo lo que acaba de ocurrir, pero yo la conozco. Se lo que debe estar pensando y se que su cabeza es un lío total en estos momentos, al igual que la mía. Por lo que no menciono lo del beso y solo me dispongo a informarle de la salida.

-Mamá fue invitada a un cumpleaños de uno de sus amigos... y ella quiere que estemos todos en la celebración.- se me queda viendo por unos largos segundos al igual que yo a ella.

-¿A que hora tenemos que irnos?

-No me lo dijo tu padre, pero supongo que en un par de horas más.- no me contesta nada más que un asentimiento de cabeza por su parte, cerrando la puerta.

Me quedo ahí unos segundos soltando un suspiro cargado de frustración. Si tan solo existiera una forma de poder estar juntos otra vez, sin lastimar a los demás con nuestra propia felicidad.

Pero el problema de todo esto es que un sentimiento tan grande como lo es el verdadero amor, es muy difícil de mantener oculto, sobre todo si se trata de dos almas que deben convivir a diario...