Capítulo XV

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Tan solo llegamos, pude ver un par de coches aparcados fuera de la casa.

Este no era el mismo hogar en el que vivía cuando teníamos quince años y jugaban ellos dos en el cadete del Barcelona, por lo que me había estado contando Eric, hacía poco el gallego se había independizado de sus padres y esta era la casa nueva que hoy estrenaba con la cena.

-¡Hombre, si el papi chulo ya está aquí!- Nico vino a recibirnos y Ansu se quedó pasmado.

-¿Sara?- Sonreí y asentí, justo antes de acercarme y saludarle con dos besos.-Pero vosotros dos no...

-No estamos juntos.- Eric empezó a explicar y a mí me dolió la efusividad que usó para recordad que ya no éramos pareja.- Tenemos un hijo en común y nos llevamos bastante bien por él.

Joder, no parecía pensar lo mismo las tres veces que nos hemos besado, ni siquiera era eso lo que me hacía entender.

-Me alegro chicos, erais adorables como pareja.- Sonreí y volví la vista a Leo, este ya empezaba a tener hambre.

Nos dirigimos al comedor y yo saqué el biberón del pequeño, quién no tardó prácticamente nada en acabárselo.

No quise darle mucha importancia a esas palabras de Eric, pero en el fondo me habían dolido. ¿Y si en realidad era eso lo que él pensaba de nosotros? ¿Soy solo la madre de su hijo?

Leo cogió su pelota y se la llevó con él hasta Ansu, con el que empezó a jugar.

-Vaya, si este niño está preparadísimo para ser futbolista.- Reí ante su comentario.- Ya verás Leo, un par de días conmigo y heredarás el diez de mi camiseta.

-Leo tiene alma de central.- Eric se sentó al lado de su compañero.

-Pues esperemos que no lo haga igual de mal que el padre.- Pedri se burló del catalán y este lo miró mal.

Nico ofreció al pequeño su jardín para dar un par de toques con él y Ansu y sorprendentemente fue con ellos.

-Chicos ¿El baño?- Gavi me señaló una puerta al final del pasillo y yo se lo agradecí.

Una vez entré en el pequeño cubículo fui directa al lavamanos, para abrir el grifo y echar un poco de agua en mi cara.

Agradecía infinitamente esta invitación por parte de los compañeros de Eric, hasta por lo agradables que estaban siendo conmigo, sobretodo Nico y Ansu, porque de enanos compartimos muchos momentos juntos.

FLASHBACK

-Oh vamos Sara, juega una partida más con nosotros.- Ansu me rogaba que me quedara un rato más jugando al Mario Kart con ellos.

Estábamos Nico, Ansu, Eric y yo en el cuarto que compartían el gallego y Ansu del hotel de Alzira, donde estaban alojados para participar al torneo TORCAF.

Hoy pasaron la fase de grupos ganando al Levante y al Valencia, pero por la tarde se impusieron en semifinales contra el Atlético de Madrid.

Mañana era la gran final contra el Real Madrid y aunque estaban nerviosos, no se perdían ni una partidita a la play.

-Venga chicos, a descansar que mañana tenéis que estar a tope.- Me despedí y me fui al cuarto del catalán.

Y así fue, ganaron al eterno rival con un partido espectacular, proclamándose así los ganadores del campeonato.

Y ahí estuve yo, entre el público viendo todos y cada uno de los logros que mi chico y sus compañeros consiguieron en la temporada, antes de irnos a Manchester.

NUESTRO PEQUEÑO SECRETO/ Eric GarcíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora