Unidos por un Contrato

13. Príncipe azul descolorido

Efectivamente para Ha Ni, el aire fresco afecto en gran medida su capacidad de respuesta... ahora se sentía muy mareada y para completar estos tacones no ayudan... es mejor quitármelos antes de caerme... pero al hacerlo, unos brazos la tomaron por detrás cargándola hasta el auto – podía ver claramente que su esposo destilaba veneno por sus ojos, pero ella podía permitirse soñar – estar en sus brazos era mucho más de lo que ella podía imaginar – cerro los ojos y se limitó a disfrutar de la sensación de su colonia, que a pesar de la larga noche aún seguía intacta como antes de salir de casa cuando ella tontamente resbalo y termino aferrada a su pecho.

Si ella podía continuar soñando con un hombre que la amara por lo que era... perdida en sus pensamientos y el cansancio de tantos días no se dio cuenta cuando Ji Hoo la subió al auto – su abuelo observaba la situación y opto por no acompañarlos, al fin y al cabo, él tenía su casa porque ir a incomodar a los recién casados.

La mente de Ji Hoo estaba a mil, entre la rabia, los celos y esa sensación estúpida de ansiedad por tener a esa mujer a su lado, sentía que se volvería loco. Aunque no quisiera aceptarlo, ella despertaba muchas más cosas de las que era capaz de aceptar ante sus amigos. Y no porque no confiara en ellos, ¡No, la razón es sencilla! ¡El había prometido no volver a confiar en ninguna mujer! Por eso, a pesar de ver en Ha Ni una mujer con muchas cualidades, tenía que poner un límite a sus pensamientos y acciones con ella. – pero ahora que la miraba respirar calmadamente a su lado, mientras su jefe de seguridad los traslada a la mansión Yoon, no podía negar que sus hormonas estaban a mil – durante la noche tuvo que contenerse muchas veces para no robarle un beso – esos labios – eran una tortura para él ¿Acaso no era consiente que su cuerpo desplegaba mucha sensualidad? ¿Cómo era posible que su esposa le estuviera causando tantos problemas? El camino termino y ella seguía dormida – así que no tendría más remedio que tomarla en sus brazos de nuevo – una tortura para su mente y cuerpo - ¡Claro! Tambien podría pedirles a sus hombres que lo hicieran, pero de solo imaginar que otro hombre pone sus manos en el cuerpo de ella ¡No, definitivamente No! ¡Descarto la idea rápidamente!

Al tomarla en mis brazos, su pequeño cuerpo se acomodó fácilmente al mío, sin embargo, note que sus ojos empezaron a abrirse – si definitivamente tenerla cerca era genial –

Ji... Hoo... debo agradecerte... que no me... dejaras.... botada.... Balbuceaba Ha Ni.

¿Cómo podría hacerlo? ¡No soy un ogro o eso es lo que piensas de mí!

Mi cerebro no estaba funcionando nada bien – pensaba Ha Ni, estar tan cerca de él, ¡hace que piense menos de lo normal! Y eso ya es grave... sabes, lo que yo pienso de ti – ni te lo imaginas – risas

Así, ¿Entonces qué esperas para decirlo? ¡Quizás te sorprendas! – el juego de palabras llevo a los dos mirarse fijamente antes de que Ji Hoo tomara la escalera para llevarla a su cuarto – estaba siendo irracional – mucho quizás, pero bien podía jugar un poco con ella – además quería averiguar algo.

¡Tú, Yoon Ji Hoo no eres el príncipe yo imaginaba! Dijo Ha Ni segura de expresar sus sentimientos... el licor le había dado la fuerza necesaria y quizás el dolor de las palabras de él hacia ella reflejaron una necesidad de gritarle que era un tonto, pero tenía que aceptar que ese tonto – despertaba una sensación en ella desconocida –

¡PRÍNCIPE! Dijo Príncipe ¡Estas, borracha o aun eres una niña infantil! Vocifero Ji Hoo.

Pero Ha Ni contraataco – sabes que! Bájame yo puedo caminar – no quiero causar más problemas – además en esta casa todos saben que esto es un acuerdo matrimonial – no hay que guardar las apariencias... forzó su cuerpo para que la soltara.