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- ¡Jungkook cúbrete por favor! – grito Yoongi al verlo entrar a su habitación sin nada, lo había mandado a darse una ducha ya que no quería que su departamento oliera mal, pero no quería que se presentara ante el ya listo y desnudo para rematar

- Pero si ya me has visto, tranquilo que no me avergüenzo de lo que mi padre hizo. – miro su miembro y sonrió levemente.

- ¡Dios! Cállate y ponte algo – Yoongi ya estaba rojo de la vergüenza por lo que tomo uno de sus short del armario y se lo lanzo al contario para que se cubriera, luego de esto salió de la habitación y se quedó dando vueltas por la sala para intentar bajar su vergüenza. Es que ya le estaba molestando la actitud del griego que llevaba una semana y algunos días viviendo con él, solo quería que los dos meses se cumplieran rápido para no volverlo a ver jamás, incluso había marcado la fecha con plumón rojo en su calendario y hasta había puesto un recordatorio en su celular, algo muy exagerado lo sabía pero le parecía perfecto para celebrar aquel día. Sin duda no lo extrañaría.

- Listo amo – bromeo Jungkook saliendo de la habitación solo con la prenda inferior que le había prestado el mayor. Levanto sus hombros esperando alguna repuesta por parte del chico que estaba a una distancia grande de el

- - bien, como sea ¿tienes hambre? Hoy no quiero cocinar así que pensaba en llamar a algún lugar y pedir algo ¿te parece? – pregunto viéndolo, ni si quiera sabia para que le informaba, después de todo el solo era un chico salido de un libro que estaba entrenado para entregar placer a quien lo invocaba, tal vez ni necesitaba ser alimentado.

- ¡Vaya! Es primera vez que alguien me ofrece ese tipo de comida... ¿seguro que no es una trampa? ¿no me harás ponerme la comida sobre mi cuerpo y luego "comerme"? – Jungkook rio mostrando su dentadura perfecta dejando a la vista su linda sonrisa de conejo, borrando su gesto* antes la intimidante mirada del mayor.

- Pervertido... lo que me faltaba-

Yoongi camino hasta el teléfono y marco el número de un restaurante cercano a su edificio el cual ofrecía distintos platos de comida típica coreana, sabía que era un buen lugar ya que anteriormente había pedido de comer junto a Jimin, su mejor amigo.

Luego de terminar de hablar con la chica que siempre atendía las llamadas, se sentó en el sofá y encendió la televisión para ver algo entretenido mientras esperaba la comida.

Jungkook caminaba por el departamento asombrado de todo, hace bastante no salía del libro por lo que notaba los cambios en los hogares de la gente. Miro por la ventana y se asustó al ver que estaba muy arriba, se podía ver el suelo algo lejano por lo que se alejó de las ventanas asustado. Camino hasta donde se encontraba la persona que lo había sacado del libro, se sentó a su lado viendo el extraño aparato que mostraba a otras personas, frunció el ceño y miro al chico a su lado con ganas de preguntar algo pero este se le adelanto

- No digas nada, no quiero oírte – y solo eso basto para que Jungkook fijara nuevamente su vista en el televisor quedándose en silencio y con varias dudas en su cabeza, dudas que tal vez más adelante el mayor quisiera contestar

El tiempo paso algo lento y cuando llego la comida ambos tenían hambre por lo que se sentaron rápidamente uno frente al otro en silencio y comiendo en paz, sin pelear ni discutir sobre obligar al griego a entrar al libro

Podría ser que Yoongi ya comenzaba a acostumbrarse al griego que habitaba en su casa.

Se sentía tan solo, el lugar en el que estaba no era para nada agradable, sentía frio y algo de incomodidad pero para su mala suerte no podía salir. Esta vez sí que se había pasado con sus estupideces como le llamaba su padre, había hecho enojar a su prima y su tío, merecía un castigo pero no el que le habían dado. Suspiro en la oscuridad y volvió a mirar hacia todos lados, esperando ver alguna luz que lo hiciera por lo menos sentir menos miedo, porque si, tenía miedo, miedo de quedar por siempre encerrado en aquel lugar que no sabía bien que era

A lo lejos se oyeron voces, una la podía reconocer hasta con los ojos cerrados, era su padre. La otra era totalmente desconocida para él, no sabía de quien se trataba, se escuchaba tan cerca pero no se entendía bien lo que decían, solo escuchaba palabras. Al parecer su padre le estaba entregando algo a aquella otra persona con una misión, la cual era desconocida para el por no poder oír, intento ponerse de pie pero no le fue posible, el lugar donde estaba era muy parecido a un baúl en donde solo podía estar acostado en forma fetal o sentado, no podía pararse y eso era algo incómodo para él, no podía pasar toda la vida sentado o acostado sin ver la luz del diez, sin ver a la gente, sin socializar. Aterrado golpeo el suelo con sus puños y solo escucho como alguien maldecía, luego todo se movió como si estuviera temblando ¿se iba a morir? La persona que lo llevaba golpeo el lugar donde estaba y gruño aún más molesto que antes, lo mejor era no hacerlo enojar.

Escucho más veces a lo lejos y luego un silencio que daba miedo. Una luz entro por quién sabe dónde y pudo ver con mejor claridad donde estaba, era una especie de baúl pero suave, por lo menos por dentro. Unas palabras fueron pronunciadas y luego esa misma luz le empujó hacia el final del arca, puso sus manos sobre su rostro protegiéndolo y luego de unos segundos abrió los ojos viendo el lugar donde estaba, era una casa pero no la suya. Frente a él había una mujer de unos 28 años con algunas canas en su cabello y algo pasada de peso, miro alrededor curioseando y luego volvió a mirar a la mujer quien sujetaba un libro feliz repitiendo una y otra vez "funciono" ¿Qué había funcionado?, porque él no veía nada raro en su hogar.

Amablemente se acercó a la señora para preguntarle donde se encontraba pero esta fue más rápida y lo agarró del brazo arrastrándolo hacia un lugar el cual desconocía hasta unos segundos después cuando descubrió que lo había llevado a una habitación

- Oh muchas gracias, no tenía por qué hacerlo. Yo creo que me iré de inmediato-

- ¿Qué? No, no, no, aquí dice 2 meses-

Jungkook la miro sin comprender lo que esta decía mientras apuntaba el libro el cual parecía hecho por un dios, tal vez su padre. Estiro su mano para poder tomar el objeto curioso y la mujer se lo entregó. Lo abrió y vio solo hojas en blanco, excepto en la mitad del libro, ahí había un dibujo de él y una pequeña escritura a su lado

"dios del placer"

"Jeon Jungkook"

"Dios Griego"

"Dos meses"

"Cumplir deseos sexuales"

La boca de Jungkook se abrió a más no poder al procesar todo, su castigo seria servir por siempre a mujeres u hombres que lo invocaran. Miro a la mujer quien ya estaba sobre la cama esperándolo, pestañeo varias veces al ver que comenzaba a quitarse la ropa y dio unos pasos hacia atrás, quería correr e irse de aquel lugar, volver a casa a pedir explicaciones. ¿Su madre estaría al tanto de su castigo?, no es que fuera virgen pero no sería conocido por ser el "Dios del placer" sabía que era guapo y algo coqueto, pero eso no quería decir que se acostaría con cualquier persona solo por un castigo que su padre había impuesto.

Se dio la vuelta y salió de la habitación con ganas de abandonar el lugar, corrió hacia la puerta y la abrió ignorando los gritos de la mujer, al poner un pie fuera algo increíble paso, una fuerza rara lo hizo volver dentro con un empujón. Intento un par de veces más pero nada, era imposible abandonar el hogar de la mujer, frustrado se dio la vuelta y se encontró con la mujer desnuda. Su cara era de total asco, esta le acaricio el rostro y lo llevo hacia su habitación nuevamente en donde lo acostó y desnudo

Se sentía horrible, el tener la mujer encima de el auto penetrándose con grandes salto, la cama sonaba y Jungkook solo quería terminara

Los dos meses pasaron rápido, cada día tuvo sexo con aquella mujer asquerosa y fea, cada día intentaba escapar de la casa pero le era imposible. El ultimo día el libro lo absorbió y lo dejo en el mismo lugar en el que su padre lo había metido, aquel lugar oscuro, frio e incómodo del cual no había salida.

Y así fue su vida, jamás envejeció y sirviendo a cualquier persona que lo invocaba. Pasando los años comenzó a acostumbrarse aquello, después de todo no era tan malo su trabajo. Con el tiempo aprendió que no podía abandonar el lugar de la persona que lo había invocado, por lo mismo el libro especificaba invocarlo en su casa, también descubrió que una persona solo puede invocarlo una vez en su vida, no más, esto era algo que a veces agradecía ya que habían señoras horribles y a veces no lo odiaba porque a veces le tocaban jóvenes hermosas con un buen cuerpo

Así fue como Jeon Jungkook fue conocido, como el "dios griego" o "dios del placer"

Dios Griego - Kookgi +21 (ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora