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El corazón de una Whittemore

ELISMAR

Un tiempo después

—¿Qué noticias recibiste?

La voz de Süheyla, me hace girarme a verla.

—Blake está con Elsa y según él, hay mejoría, incluso mejor que ayer. — confieso, guardando el celular dentro del bolso de mano.

Noto la copa de vino que Süheyla tiene entre las manos.

—Ah, eso es estupendo.

Se sienta a mi lado mientras la música clásica suena por todos lados.

—Pues sí, aunque eso pasó la última vez y ella volvió a intentar a hacerlo...—

Süheyla arrugó la nariz.

—No pienses así. — me regañó y sonreí, acariciando su muñeca.

—No estoy pensando de ninguna forma.— me excusé.

—Oh, por supuesto que sí. — se quejó y no pude evitar rodar los ojos.

—¿De dónde sacaste el vino? — pregunto con una sonrisa y ella se encoge de hombros.

—Me la robé.

Reí un poco mas, pero no pude continuar porque todos se levantaron, aplaudiendo y Süheyla se bebió todo el vino rápidamente, colocando la copa en el suelo y se levantó también, viendo cómo Elisa entra en un gigante vestido blanco con un ramo de rosas rojas entre sus manos.

Sonrío sintiendo la magia que refleja mi hermana mayor en el momento en que sonríe mirando a...

Tengo la sensación de que pronto será ella la que estará pisando un altar, aunque eso suene demasiado alocado.

Süheyla inspiró profundamente, seguramente sintiendo lo mismo que yo y me sonrió. Las campanas sonaron y todos aplaudieron cuando el padre dijo el dramático monólogo:

—Y los declaro, marido y mujer...—

Me relamo los labios y sonrío, viendo cómo los novios se besan y lo único que sé, es lo mucho que me alegra a Elisa tan feliz,

Pero bueno, eso ya es otra historia

El corazón de una Whittemore ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora