Capítulo Cuarenta y Dos

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Sebastián Yatra

Era temprano y el club estaba algo calmado.

Parejas o grupos de amigos sentados en una mesa tomando y hablando, mientras nosotros cantábamos.

Los chicos decidieron que debía cantar Give Me Love de Ed Sheeran. Maldita canción que sólo me recordaba a una persona.

Sacudí mi cabeza.

Quería que el tiempo pase rápido, dejar de cantar y que este club se llenara de chicas, en busca de chicos para bailar, o algo más.

Antes era tan fácil hablarles, seducirlas y conseguir lo que querías. Pero teniendo a ella en mente, es tan complicado.

Aitana si que me cambió. Pero supongo, que es algo que nunca sabrá.

Sólo quiero dejar de pensar en ella y pasarla bien.

Terminamos de cantar y los chicos fueron por unas bebidas, yo me senté a esperarlos. A lo lejos vi a una chica de cabello castaño.

Sonreí de sólo imaginar que era ella. Imaginar que viene a apoyarme mientras canto. Pero vamos, es imposible. Aitana tiene dieciséis, no la dejarán entrar a un club así.

¿Por qué pienso en ella? ¡Sólo olvídala.

Mi noche se resumirá en esa chica de allá.

Me acerqué a los chicos que estaban en la barra y pude ver a la chica mejor. No podía dejar de ver sus piernas.

Justin: Parece que alguien estará ocupado esta noche. -sonreí-

Matías: Esa chica se parece a Aitana.

Suspiré. Esto parece más difícil de lo que pensé.

Sebastián: No entiendo por qué siempre tienen que hablar de ella. Vamos, estamos pasandola muy bien como para venir a hablar de esa niñata.

Román: Esa niñata te encanta. -lo fulminé con la mirada-

Sebastián: Hice todo lo posible, todo, para hacerla feliz. Y no sirvió, sólo perdí mi maldito tiempo. Así que déjenme disfrutar de esta puta noche y no hablen de ella.

Estaba enfurecido. Todos me la recordaban, ¡todos!

Me alejé de ellos y me acerqué a la hermosa chica.

Sebastián: Hey.

La chica no se parecía a Aitana, no. Sólo tenían el mismo cabello. Y está chica era mucho más alta, no como mi peque...

Sacudí la cabeza. Esta chica era mucho mejor, sí.

X: Hey, ¡eres el chico que canta! -dijo emocionada- Cantas muy bien, no te había visto antes por aquí.

Sebastián: Muchas gracias. Oh, no, sólo vinimos mis amigos y yo para ganar algo de dinero, ya sabes. -sonreí-

Y así fue como comenzó todo. Hace tiempo no hacía esto. Es tan fácil conseguir lo que quieres.

Todo comenzó con una pequeña charla, que pronto se convirtió en un apasionado beso.

El único capaz de olvidar a Aitana, es el viejo Sebastián. El que no demuestra lo que siente.

Y el viejo Sebastián disfrutará su última noche en Valencia.

🔴

Aitana Ocaña

Los días pasaban y el horrible vacío no se iba. Pero por lo menos tenía a mis mejores amigas.

Sei Mia, PiccolaWhere stories live. Discover now