1.his laugh

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Su risa.

Kageyama siempre solía decir que Hinata era terriblemente molesto, y que su voz infantil no era la excepción.

¿Cuándo se supone que cambió de opinión?

No sabe en qué punto dejó de odiarla o no sabe si simplemente se acostumbró, pero algo que nunca odió fue su risa.

Era totalmente consciente de que se parecía al sonido que una morsa con epilepsia hacía, pero lo tenía maravillado.

Hoy, por ejemplo, se habían peleado y Daichi cansado los había mandado fuera del gimnasio y dar vueltas alrededor del edificio hasta que "aprendieran a comportarse como personas normales".

No estaba con ganas de discutir con el capitán, así que solo estuvo en silencio y corriendo tranquilo, pero cuando dieron seis vueltas a Hinata le apeteció tocar los cojones.

-No resoples tanto, Bakayama, si estamos dando vueltas es por tu culpa.

Okay, ¿recordáis cuando dije que estaba tranquilo? finjamos que no.

-¡Atrévete a decir eso de nuevo idiota!

-¡Tú eres el que empezó a gritar!

-¡Porque tú me diste un balonazo, inútil! -replicó el pelinegro.

-¡FUE SIN QUERER, IDIOTA!

-¡MÁS TE VALE CORRER, PORQUE VOY A MATARTE!

Y así es como dos seres unineuronales comienzan a correr como desgraciados. Hinata a pesar de ser pequeño era rápido, así que giró una esquina con una agilidad que alguien alto como Kageyama no pudo coordinar, dando como resultado un tropiezo que acabó con una elegante caída de boca.

Acabando de procesar la vergüenza decidió girar su cabeza lentamente para mirar al mandarino, el cual estaba a un par de metros de él mirándolo fijamente, también parecía estar tratando de comprender la situación.

Fueron los treinta segundos más largos de su vida, pero no tardó en escucharse una débil tos que era obviamente un intento de Hinata para aguantar la risa.

-¿Te estás riendo? -preguntó sombríamente Kageyama.

-No...yo solo...es que...JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, pagaría por verlo de nuevo.

-¡¡ATRÉVETE A SEGUIRTE RIENDO!!

-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJAJAAJAJA -Hinata también acabó en el suelo sosteniéndose el estómago y ahogándose eventualmente.

Y por alguna razón Kageyama solo pudo fijarse en el sonido de su risa, no en la vergüenza, ira o incluso el factor de que todavía seguía en el maldito suelo y que estaba seguro de que se había reventado las rodillas.

Solo en su risa, y que incluso cuando veía que a Hinata se le salían los mocos y las lágrimas al reírse, le pareció increíble.

Hinata pareció interceptarle en medio de su viaje astral y dejó de reírse de golpe para mirarle algo preocupado.

-Oye, Bakayama, ¿Te has dado en la cabeza? ¡¿Tienes una conmoción o algo?! ¡ay no! ¡Tengo que avisar a Daichi! -Shoyo estaba al borde del pánico.

-¡Estoy bien, idiota, quien va a estar mal vas a ser tú como te atrape!

Tobio se levantó de un salto y Hinata sintió el verdadero terror, no tardó en huir lloriqueando y siendo perseguido por el otro.

Estuvieron casi toda la tarde corriendo, pero extrañamente, ambos se lo pasaron genial simplemente gritándose. Desde la lejanía, dos personas los observaban como aquellos que van al zoo a mirar monos.

-Son muy raros -le comentaba Suga a Daichi.

-Son complicados a su manera, y a su manera se entienden. Creo que es lo que hace su relación tan especial -contestó el capitán con un aire filosófico.

-Tienes razón...espero que Kageyama tenga cabeza para manejar la situación. No parece ser muy romántico.

-Lo dudo, pero veamos como se las apañan. A unas malas, podemos intervenir.

-Síp.

-Vámonos, creo que les queda mucho por correr -Daichi siguió andando.

-Solo los has mandado fuera para que estén a solas ¿no? -dedujo Suga.

-Me conoces mejor de lo que pensé -respondió el otro con una sonrisa traviesa.

Y ambos entre risas se fueron a sus casas orgullosos de sus hijos.

-Creo que ya es hora de que lo dejemos en empate -opinó Hinata jadeando cansado por la carrera

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-Creo que ya es hora de que lo dejemos en empate -opinó Hinata jadeando cansado por la carrera.

-Pero mañana te mataré -contestó Kageyama hecho polvo.

-Lo que tu digas, las luces del gimnasio ya están apagadas, ¿nos vamos?

-Sí, podemos parar a comprar algo de comer.

-Si tú invitas perfecto.

-Tacaño...pero la próxima vez pagas tú.

-¡Hecho!

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Fue inevitable escribir sobre los padres del Karasuno, pido perdón.

No podéis ni imaginar lo mucho que me divierto escribiendo interacciones de estos dos xd, en fin, el Kagehina es una joya para los fanfics.

¿Qué os ha parecido el primer capítulo real?

Hasta mañana!!! <3

10 cosas que me gustan de Hinata ShoyoWhere stories live. Discover now