4. His hair

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Su pelo.

Kageyama era una persona alta, entonces cuando se enfadaba con Hinata (lo cual era MUY a menudo) que era bajito el primer sitio en el que podía agarrar era el pelo.

Normalmente solo se había fijado en la fuerza con la que tiraba, pero desde que empezó a dudar de sus sentimientos había evitado el contacto físico como la peste, y eso incluía no tocarle el pelo.

Pero Hinata tenía un máster en tocar los cojones, sobretodo a Kageyama, así que...

Todos habían llegado temprano esa mañana, por lo que el pobre Tobio ni siquiera era persona

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Todos habían llegado temprano esa mañana, por lo que el pobre Tobio ni siquiera era persona.

Hinata estaba saltando como la puta mandarina hiperactiva que era.

-Relájate o vas a gastar toda la energía que te queda antes del entrenamiento -regañó Kageyama.

-¡Cállate, Bakayama! Tengo energía de sobra, no como tú.

-Te recuerdo que sin mí no haces nada, solo sabes hacer ataques rápidos y soy yo quien los coloca.

-¿¡HAH!? ¿Insinúas que sin ti no juego? -Hinata estaba ofendido.

-No lo insinúo, lo digo y lo afirmo.

-¡Te vas a enterar!

Hinata se aproximó corriendo con la intención de darle una especie de patada voladora a kageyama, pero este fue más rápido y paró el ataque...

Inmovilizando a Hinata agarrando su pelo.

Y en lo que Hinata se intentaba zafar de su agarre no pudo evitar pensar el lo malditamente suave y sedoso que era su pelo.

Lo soltó rápidamente ante este pensamiento, ¿se estaba poniendo rojo? mierda.

-Tengo que irme -Anunció Tobio a los mayores sin esñerar respuesta y dejándolos extrañados.

Cuando estaba solo, olió la mano que había tirado del pelo a Hinata y pudo percibir el aroma de su champú. Sin darse cuenta, se había formado un fuerte sonrojo en su rostro el cual trató de disimular aunque no hubiera nadie.

Lo empezó a escribir en su libreta, pero varios pensamientos vinieron a su mente.

Odiaba esto. Odiaba sentirse debíl, inútil y sin confianza cuando se trataba de sentimientos.

¿Por qué aceptó la mierda de la libreta?

Lágrimas de pura frustración se escaparon de las esquinas de sus ojos lo que le hizo sentirse aún peor que antes.

-Oi, bakaya...-Hinata se quedó boquiabierto al igual que el mencionado.

Kageyama se limpió rápidamente las lágrimas y le lanzó una mirada enfadada tratandode asustar, cosa que no funcionó.

-¿Qué quieres?

-Venía a disculparme pero...¿estás bien?

-Perfectamente.

-Estos días te noto muy raro. Desapareces de repente, cortas nuestras peleas de la nada, no me hablas en clase...sé que nos peleamos, pero creí que éramos amigos o compañeros -comentó Hinata con un aire de tristeza.

-Lo somos -dijo rápidamente- he estado nervioso eso es todo. Se me pasará

-Ah...bueno, vale. Si necesitas contarme algo, te escucharé. Prometo no burlarme de ti -prometió el enano, finjamos que le creemos.

-Lo sé. Esto...gracias. Y perdona por lo del pelo.

-Ah, bueno, tenías razón.  Solo sirvo por los ataques rápidos.

-No. Para eso entrenamos. Sé que puedes volar alto. No me hagas repetirlo o te pego una paliza.

Los ojos de Hinata brillaron de emoción, y cuando Kageyama los vio, supo la siguiente cosa que poner en su lista.

10 cosas que me gustan de Hinata ShoyoWhere stories live. Discover now