Capítulo 14

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OLIVE

Me puse de pie y Pierre tomó mi mano.

—Quiero ir al baño—le dije.

Él comenzó a dibujar círculos en mi mano con su pulgar, acariciándome suavemente.

Me gustaba.
Él me gustaba.
Pero quería ir al baño.
Rápido.

—Claro, te acompañaré hasta el salón, a menos que quieras que te resguarde la puerta del baño—me dijo, su voz guardándose en mi mente por cada vez que habla.

Él es tierno.
Siempre lo es.

—Estaré bien, puedes aprovechar para ir al baño también, tienes un moco ahí—le señalé la nariz y él se la cubrió rápidamente con su mano libre. Comencé a reírme.

—Eres graciosa, Olive.

Me gustaba escucharlo pronunciar mi nombre con tanto cariño, con un tono más dulce a cuando llamaba a otra persona.

Él me dejó cerca del baño y cuando entré y estuve sola, suspiré, suspiré una y otra vez.
¡Por Buda!
Pierre Caparzo.

De un día para otro terminé involucrada con el chico que siempre pensé que era un anti-problema. Un anti-todo que resultó ser mi anti-doto.
Haberme involucrado con él ha sido toda una hazaña, y lo sigue siendo, por supuesto.

El famoso valedictorian [1]de la escuela y la famosa chica protestante y de perfil—que todos tachaban—de hippie marihuanera; haciéndose cómplices. Una maravillosa historia. Y sin dejar de lado al mejor amigo del valedictorian, Louis, quien era el verdadero hippie de la historia.

A veces cuando pensaba en mi relación con Pierre, recordaba el texto de un libro, un texto que me sabía al pie de la letra.

“— Pues yo sí creo en el destino. También en las casualidades y en los accidentes afortunados.

— ¿Accidentes afortunados? ¿Qué significa eso?

— Los accidentes afortunados son esas cosas que nos ocurren, que a priori pueden ser malas, pero que después te acaban conduciendo a algo bueno. Como que se te pare el coche en medio de la autopista y que del único vehículo que se detiene a ayudarte baje Chris Pratt.

— Creo que tú llamas casualidad o accidente afortunado a una serie de circunstancias que dependen de la persona y de su entorno. Nada más. No hay un genio que cumpla deseos. Ni un universo trazando un plan para nosotros ni planetas alineándose para propiciar una señal cósmica que nos diga lo que debemos hacer. Lo que tú llamas destino, somos nosotros y las decisiones que tomamos. Si tu coche te deja tirada en la autopista, el único accidente afortunado será que aparezca la grúa.

— Pues a mí me gusta la utopía del destino.”[2]

La vida es una secuencia de momentos.
Y por una de esas secuencias todo comenzó.

Si mi mundo ya estaba de cabeza antes de conocer a Pierre, luego ya fue de mi parte ponerme de la misma manera. De cabeza y bien revuelta. Pero siempre volví a la normalidad, no lo hice sola, mayor parte se lo debo a él.
Porque será el chico quien por mucho mal ha pasado, la persona más madura, más buena, más tranquila, quien me ha hecho expandirme de una manera de la que no había imaginado hacerlo aún. Porque, así como ha crecido, me ha ayudado a crecer en poco tiempo.

Y quien sabrá sobre todo lo que he aprendido de un chico en tan solo cinco meses. Tan increíble que incluso me enamoré de él.
Estaba enamorada de Pierre.

Cuando iba a salir del baño, oí a unas personas discutir en uno de los cubículos. No me pregunté por qué hacían algo tan extraño, porque ya sabía que la gente era capaz de cualquier cosa.

Fiel A Ti [BORRADOR TERMINADO]Where stories live. Discover now