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A veces consigues
Que arda en el infierno
Y en otras eres capaz de
Que acaricie el cielo

En ocasiones consigues
Que vea a algún que otro muerto
Y en otras eres capaz de
Que acaricie el cielo

Voy a acabar de los nervios
Voy a acabar de los nervios

Lori Meyers - De Los Nervios

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Hacía tiempo que Luisita no cantaba en la ducha. Pero aquella mañana lo dio todo mientras se lavaba el pelo, e incluso mientras se peinaba frente al espejo.

Estaba de buen humor.

Había seguido escribiendo, sobre todo por las noches, que era cuando la casa estaba más tranquila. Y también continuaba ayudando en El Asturiano.

Amelia se llegaba cada mañana a por su café y sus rosquillas. Pero esa mañana en concreto llegó con un grupo de compañeros y compañeras del hospital a desayunar.

Pelayo estaba encantado y Luisita también, aunque le fastidió un poco que la morena estuviera tan entretenida con el grupo y no pudieran hablar como cada mañana.

A la hora de marcharse Luisita se fijó en una compañera de Amelia en concreto. La tal Lourdes.

La verdad es que era guapísima. También parecía estar muy pendiente de Amelia y a la morena no parecía importarle.

Cuando se despidieron la chica en cuestión abrazó a la morena y le acarició el brazo. Y algo le dijo, porque Amelia sonrió.

Luisita entrecerró los ojos ante aquella escena. Sentía una sensación bastante desagradable en el pecho y el estómago.

- ¿Qué tal? - Amelia se acercó a la barra. La rubia seguía mirando a la chica, que ya salía por la puerta.

- Bien - la rubia volvió la vista a la morena con una sonrisa tensa. - ¿Quiénes son todos esos? No conozco a ninguno - señaló la puerta con el vaso que estaba limpiando en ese momento.

- Compañeros y compañeras. Algunos han llegado esta semana, otros vienen a terminar sus estudios de medicina.

- Ah. Pues que bien - Luisita siguió limpiando el vaso, que ya estaba reluciente.

- ¿Te pasa algo? - Amelia alzó las cejas al ver a la rubia tan tensa.

- No, nada. Estoy un poco cansada. Eso es todo.

Amelia apoyó los brazos en barra - ¿Qué te parece el plan de tu hermana de salir por ahí esta noche? ¿Te apuntas?

María había insistido a salir a tomar algo por el pueblo. Por una vez quería que le sirvieran a ella y no ser la que tiene que servir. Al menos por una noche.

Era Nochevieja y quería disfrutar sin tener que ser "la jefa".

Insistió tanto que la pandilla tuvo que aceptar con tal de no oírla más.

Luisita se encogió de hombros - Ya veremos.

- Tienes que venir. Es Nochevieja y hay que celebrar. Además, sin ti no será lo mismo - Amelia la miró de aquella manera suya y madre mía, Luisita era muy débil.

La rubia sonrió sin poder evitarlo - Vale - rodó los ojos - Pero te lo advierto - señaló a la morena - Cuando empiece a liarla y a dar vergüenza ajena tú te encargas de ella.

Amelia rio animada - Trato.

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El local que María había elegido estaba hasta la bandera. Nadie se quería perder la Nochevieja y celebrar la entrada del nuevo años.

El ValleWhere stories live. Discover now