27- Parte 1

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-¿De qué quieres hablar?.- Le pregunté cerrando la puerta detrás de mí, el permaneció al lado de su escritorio.

-¿Dime, cómo te volviste tan obediente?.-

No me esperaba esa pregunta.

- Es extraño volver a pensar en el pasado y ver cómo eras tan rebelde, hasta me complaces y eso no estaba en tus hábitos.-

¿En serio me trajo aquí solo para hablar de esto?

-Dime Brianna, ¿te enamoraste de mí,
o solo lo haces para no recibir castigos?

¿Pero que mierdas me está preguntando ahora?

-Sigo esperando una respuesta clara.-

-Tú mismo habías dicho que querías que tus hijos crecieran en una familia normal y no de violencia, ¿lo recuerdas, verdad?.-

Asintió con la cabeza en silencio, abrir la caja fuerte situada detrás de él, saco un sobre y lo tiró encima del escritorio.

-Es verdad que dije eso, pero eso no es una respuesta clara, ¿te enamoraste de mí?.-

-Creo que si, Jake... estoy enamorada de ti.-

Una sonrisa triunfante apareció en sus labios, como si estuviese soñando.

-Si tanto estás enamorada de mí, ¿harías todo por mi?.-

Él está planeando algo, lo sé y lo presiento.

-Haría todo por ti.-

-Entonces, ¿te quitarías la vida por mi?.-

¿Que? Debe ser broma.

-Me quitaría la vida por ti.- Respondí con un tono claro y alto. 

« -¿Brianna Walton, acepta casarse con Jake Andrew serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte os separe?.- Pregunto el sacerdote, y todas las miradas se enfocaron a mi. Me tarde bastante por responder.

-Acepto, yo te recibo a ti, como esposo y me entrego a ti, prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe... »

Agarró el sobre que estaba en el escritorio lo abrió y sacó una pistola seguido de un silenciador.

Visualicé como sostenía la pistola, dió un disparo para asegurarse de que estaba cargada y luego me lo entregó.

-Ten.- Dude unos segundos antes de aceptarla.- Ya sabes que hacer.-

Unas cuantas lágrimas bajaron por el rastro, quería irme corriendo por la puerta pero no serviría de nada.

Me la puse en la frente, cerrar los ojos y espere a que diera la orden.

« Hasta que la muerte nos separe »

-Cuida bien a los niños, diles que les quiero con toda mi alma.-

Empecé a llorar por miedo.

Adolescencia PérdidaWhere stories live. Discover now