mystic : renjun harem

6: maybe i should quit drugs.

la cabeza de donghyuck volaba, se sentía tan real que podía decirse que era casi literalmente.
¿qué donde estaba? En la van del trabajo, la florería donde trabaja le brindaba paquetes de composta para los cultivos de los agricultores que vivían un poco (muy) lejos de la ciudad e incluso del pueblo.

¿que por qué estaba volando su cabeza? bueno verán, a lee donghyuck de verdad le interesaban las plantas y sin discriminar su tipo y/o origen.

—maldita sea, esta es de la buena.— gimió inhalando de todo lo que podían soportar sus pulmones mientras que con su otra mano conducía por la carretera desolada; iba de regreso a casa.

definitivamente no era como las caricaturas te mostraban los efectos de la psicodelia, pero si donghyuck estuviera en una caricatura el cielo sería color neón, las flores y pasto del mismo color pero esta vez más brillantes y el chico que estaba apunto de atropellar terminaría con pajaritos revoloteando al rededor de su cabecita como en esos típicos dibujos infantiles donde la violencia no es tan fuerte.

una risita boba salió de su boca para después darse cuenta de lo que estuvo a punto
de hacer—¡Carajo! —gritó y con el pie pisó el freno a la velocidad que su cuerpo ya relajado le podía permitir, milagrosamente se detuvo antes de que ocurriera una tragedia frente a sus ojos.

le gustaría decir que su labio corrió la misma suerte pero al mordérselo tan fuerte se lo rompió un poco, no era nada para asustarse pero aún así ardía un poco.

cuando retomó aire, arregló su vestimenta y su cabeza dejó de revolotear; bajó a pasos torpes de la van, ladeó su cabeza para vomitar un poco apoyando su mano en el metal de la van y cuando terminó de hacerlo se dirigió al chico asustado que estaba sentado en el piso.

—hey, ¿estás bien? siento mucho eso.—Le tendió la mano esbozando una sonrisa simpática, dudo cuando pasó un minuto y aquel chico lo seguía viendo como un bicho raro "mierda, creo que no me limpié las comisuras de la boca y ahora me veo como un total idiota".—Bien, eh, cómo sea que te llames, espero que estemos bien y no pienses en demandarme o algo así.— alargó la e, limpió su mano chocándolas entre su jean de mezclilla, frotó su cabello castaño en signo de nerviosismo y mordió su boca a la par que caminaba lentamente hacia atrás; como si quisiera evitar una bomba que está a punto de explotar.

cuando vió al chico suspirar con el rostro fruncido y rojo de la furia, sintió que lo mejor era huir pero por alguna razón no lo hizo.

—primero que nada, ni nombre es renjun, ¿si?
y segundo, no puedo creer que pienses solo en...—el tono engreído y molesto de el príncipe renjun fue interrumpido por un ronquido de parte de el moreno que se encontraba apoyando su cuerpo en la van. renjun era un ser de paz pero por alguna razón este individuo frente a él comenzaba a colmarle la paciencia, después de aquella falta de respeto y su casi homicidio, sí, tenía ganas de golpear ese atractivo rostro.—muy gracioso, de donde yo vengo esto merece una buena disculpa, no solo estas vacías palabras.

donghyuck fingió despertar alarmado, miró a todos lados y cuando sus ojos se posaron sobre el chico volvió a sonreír burlonamente como si la risa le ganara antes de formular una increíble y estupida forma para molestarlo.—claro, de donde yo vengo atropellas a la persona y sales huyendo, tienes suerte que te vine a revisar, después de todo quise disculparme pero me
ignoraste.—puchereó al final de sus palabras, el joven príncipe alzó una ceja y con su misma actitud altanera ignoró nuevamente esa sonrisa, detestaba a las personas que se apropiaban de las plantas que en su reino eran sagradas y las ocupaban para otros fines.

de hecho, desde que vió a donghyuck por primera vez a escondidas podia decir que no le agradaba en lo absoluto y ahora mucho menos por ese raspón en su rodilla izquierda.