Intuiciones

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La noche llegó y con esta, el partido.

T/n había quedado con Chrissy para ir. Una vez allí, buscó con la mirada a Max. Aunque no la encontró, pensó que no tardaría mucho en llegar. Nunca había hablado con ella antes pero sabía que formaba parte del mismo grupo que Lucas y pensaba que ella al igual que sus amigos, irían a verlo.

Estuvo de todo menos atenta al partido, a lo único que atendió fue al triple de Lucas en los últimos segundos. Había salvado el partido y, por primera vez en años, ganaban un campeonato, una copa para el instituto.

Por unos minutos se olvidó de Max y de sus pastillas, estaba feliz por el equipo, por Jason. Por Chrissy. Cuando la buscó para abrazarla y disfrutar de la victoria, no la encontró. La había buscado con la mirada por todo el gimnasio y luego a la salida. Pensó que Jason había quedado con ella para celebrarlo, en alguna fiesta. Ella estaría invitada, por supuesto. Pero la fiesta podía esperar.

Volvió a echar un último vistazo y al no ver a la pelirroja aparecer, ni siquiera para celebrarlo, pensó que debía estar en su casa y que, por alguna razón, había preferido no ir a ver el partido.

Le pidió la bicicleta a Chad uno del equipo, y se dirigió a la dirección que Dustin y Mike le habían dado. Una vez allí, el sitio le dió un poco de miedo, estaba todo oscuro, casi sin luz y le parecía tan sucio como un vertedero. Tocó el número de caravana que tenía en el papel y lo guardó en el bolsillo.

Por otro lado, Max había estado buscando durante toda la tarde sus pastillas, el dolor de cabeza llevaba algo más de una hora y no las encontraba. Sentía que su cabeza iba a explotar. Estaba sola en casa y, para colmo, alguien había tocado la puerta.

-¿Qué?-preguntó de mal humor al abrir.

-Bueno, que buen recibimiento.

-¿T/n Mckinnon? ¿Qué haces aquí?

El rostro de sorpresa de la pelirroja le causó cierta gracia a T/n quién sonrió.

-Vengo a traerte esto.

La chica abrió el bolsillo pequeño de su mochila, sacó un bote de pastillas y se lo dió a Max.

-Se te cayó en el baño cuando te fuiste, intenté llamarte para dártelas pero increíblemente habías desaparecido.

Max sonrió y agarró el bote de pastillas.

-Gracias.-sonrió.

Un silencio algo incómodo se formó entre ellas mientras se miraban.

-¿Vienes...? ¿Vienes del partido? Lo digo por la ropa.

-Oh sí, fui para apoyar a Chrissy, hoy era el gran número, y bueno, al equipo pero me llevé las pastillas para ver si estabas allí y te las podía dar.

Max asintió de nuevo con una sonrisa y miró detrás de T/n. La confusión en su rostro desconcertó a la chica, quien se dió la vuelta.

-¿Esa es...?-preguntó Max.

-Chrissy.

-Con...

-Eddie Munson.

-¿Qué crees que hagan?

-Ni idea, me imagino que hablarán o algo así. Se llevaban muy bien hace unos años.

-¿Sabes que él vende droga?

-No pienses lo que estás pensando. Ella no compraría droga. Ni de coña.

-Bueno, tú la conoces más que yo.

T/n al ver entrar a Chrissy junto a Eddie, volvió a mirar a Max, conectando de nuevo sus miradas y creando de nuevo un silencio.

-¿Quieres... pasar? Ya que has venido hasta aquí para esto, tendré que ser hospitalaria. Pero no te emociones, como mucho, te puedo ofrecer agua.

𝓡𝓾𝓷𝓷𝓲𝓷𝓰 𝓫𝓪𝓬𝓴 𝓽𝓸 𝔂𝓸𝓾| Max Mayfield y túWhere stories live. Discover now