Cap 8: Correos electrónicos

559 31 6
                                    

Una mañana, en el departamento de las quintillizas

Yotsuba: ¿Qué son?

Miku: Croquetas.

Yotsuba: ¿No eran piedras?

Miku: Sé que saben bien. Pruebalas.

Yotsuba: Lo haré.

Futaro: *agarrando una croqueta* ¿Preparaste ohagi?

Hiroshi: *agarrando una croqueta* Gracias.

Futaro: ¡Eran croquetas! Están muy buenas.

Hiroshi: Sí.

Yotsuba: ¡No están tan buenas!

Futaro: Pero que quisquillosa eres con la comida, Yotsuba.

Yotsuba: Son ustedes los que tienen mal gusto. ¡Y son unos pesados!

Miku: (¿Son buenas o malas?)

Futaro: No me importa ser un pesado. Y repasemos los exámenes.

Miku: Esperen.

Miku: Seguiré preparándolas hasta que sepan perfectas

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Miku: Seguiré preparándolas hasta que sepan perfectas.

Hiroshi: (Bueno... Comida gratis.)

Al cabo de un rato

Yotsuba: ¿Cómo estás del estómago? Miku y Kaneko-kun volverán pronto con algo de medicina.

Futaro: ¿Cómo es posible que Hiroshi siga estando de pie?

Futaro: Qué inesperado.

Yotsuba: Yo tampoco lo sé. Ya no puedo comer más.

Futaro: ¡Todo porque no dejabas de quejarte! ¡A mí me gustaban! ¡Tú debiste mentirle!

Yotsuba: Miku notaría de inmediato mis mentiras.

Futaro: *suspira* Me pregunto si habrán conseguido la medicina.

Con Miku e Hiroshi

Miku: Lamento que hayas tenido que acompañarme.

Hiroshi: No podía dejarte ir sola.

Miku: *apenada* Kaneko, ¿de verdad estaban buenas mis croquetas?

Hiroshi: Sí, estaban buenas. Claro que igual puedes mejorarlas todavía.

Miku: *decidida* Me esforzaré entonces.

Hiroshi: *sobándole la cabeza* Yo sé que lo harás.

Miku: *sonrojada* ¿Eh?

Hiroshi: *saca rápido la mano* L-Lo siento. *sonrojado*

Miku: *sonrojada* N-No hay problema, n-no me molesta.

Hiroshi: *rascándose la nuca* B-Bueno, vamos por la medicina. Futaro debe estar pasándola mal.

Después de comprar la medicina, Hiroshi y Miku volvieron al departamento

Destinados a quererse Where stories live. Discover now