· ੈ ‧ .· ✹ · ▌𝐅𝐀𝐋𝐋𝐄𝐍 . . . ❛ i still remember the first fall of snow and how it glistened as it fell, i remember it all too well ❜
𖥻 Vega Grace siempre había llevado una
vida apartada de la de los demás, se sen...
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००० ━━━ ❛ shoot to kill ❜
Remus y Vega llevaban al menos cinco minutos en el pasillo, ninguno era capaz de apartar la vista del otro, sin embargo, tampoco podían decir una palabra.
Remus miraba a la rubia con cuidado, mentiría si dijera que no la había extrañado porque la verdad era que lo había hecho y demasiado, los primeros días, el chico Lupin había creído que Vega simplemente estaba demasiado abrumada después de la broma que le hicieron los alumnos de Slytherin, sin embargo, cuanto más avanzaba el tiempo, más parecía querer evitarlo, siempre se sentaba hasta atrás en las clases y durante el almuerzo, simplemente tomaba de lo que fuera que hubiera en la mesa e iba hasta su habitación en compañía de Ava o Marlene ya que Remus notaba que últimamente a la chica no le gustaba estar sola, todo el tiempo miraba sobre su hombro y ante el mínimo ruido se alertaba con facilidad.
A pesar de que Vega no dejaba de mirar a Remus, estaba tratando de evitar sus ojos, sabía que si lo miraba directamente, se derrumbaría.
─ ¿Quieres ir a otro lado?
─ No...
─ Bien, ah, ¿Vega? Voy a ser directo porque realmente odio verte así, no eres tú, te ves preocupada y asustada todo el tiempo, esta no eres tú y creo que estaba claro que puedes contar conmigo para lo que necesites, no sé... no sé por qué te alejaste, si hice algo mal...
─ No hiciste nada mal ─ Lo cortó.
El castaño se acercó con precaución y cuando notó que Vega no se quitaba, la tomó del rostro haciéndola mirarlo directamente y la rubia sintió como sus ojos comenzaban a picar.
─ ¿Entonces por qué no me miras a los ojos?
Vega se quedó callada.
─ Perdóname, ¿Sí? Si no quieres decirme si hice algo mal, pero pasó, entonces perdón, pero habla conmigo, Vega, ¡háblame! ─ Suplicó.
─ ¡TÚ NO HICISTE NADA!, ¿Sí?
─ ¿Entonces por qué...?
─ ¿Es que no lo entiendes, Lupin? ─ Vega gritó y sintió como sus latidos iban cada vez más rápido y su respiración comenzaba a entrecortarse ─ El problema soy yo, yo y solo yo, todo lo que me pasa es mi culpa y si no me alejo de ti entonces te voy a echar a perder a ti también.
Remus soltó una risa sarcástica sin poder creer lo que acababa de escuchar ─ Creí que de los dos, la bestia era yo.
─ No juegues con eso ─ La chica cruzó sus brazos uno sobre otro sin percatarse de que sus uñas estaban clavando su piel tan fuerte que sin duda aquello iba a dejar marcas.
