Prioridad: ¡SOBREVIVIR! [✔]

Capitulo 12: Noche

Juana y Diane se quedaron dormidas después de beberse todas las cervezas, de repente se escucho un gran golpe de la habitación de al lado, haciendo que se despierte de golpe Diane sobresaltada.

Cuando se despertó lo primero que hizo es mirar al lado que estaba Juana que dormía como una ostra, suspiro con alivio, la vio destapada y la tapo con cuidado de no despertarla.

Se levanto de la cama, agarro la lanza y como pudo salió de la habitación sin caerse, ya que la oscuridad de la habitación y el alcohol que bebió le dificulta el caminar.

Al llegar al pasillo, se puso delante de la puerta que daba a la habitación del soldado, toco dos veces la puerta, espero mientras se apoyaba con una mano en el marco.

El Cabo abrió lentamente la puerta, cuando lo hizo se pudo ver como el solo estaba en boxer, con su pelo desordenado, pero por otra parte tenia una mueca de dolor y su mano derecha acariciándose su culo como si se hubiera hecho daño.

—¿Estas bien?—pregunto Diane mirándole a la cara.

—Si, solo me caí de la cama pero todo correcto.—contesto el quitando la mueca.

—Si no hay ningún peligro, me vuelvo a la habitación.—dijo ella mientras se ponía recta para irse pero al moverse se tambaleaba un poco.

—¿Estas bien?—le pregunto mientras la agarraba del brazo.

—Si solo un poco borracha, ahora si me lo permites.—dijo ella soltándose del agarre.

—Espera.—dijo de nuevo agarrándole del brazo.

—Déjame irme, porque sino al final me lanzare a besarte.—le contesto ella intentando zafarse del agarre.

El al escuchar eso sonrió, y jalo del brazo de Diane para acercarla a el, cuando estuvo lo suficiente cerca con su otra mano libre la poso en el pómulo de ella y la beso sutilmente, primero rozando sus labios hasta que se tocaron del todo. 

Por otra parte ella no iba reaccionado en el beso ya que no se lo esperaba.

—Lo siento, fui yo el que no se pudo contener.—le dijo el cuando se separaron, hay es cuando ella reacciono y se le lanzo a besarlo, las manos de ella fueron a la nuca contraria, mientras que el por inercia puso las suyas en la cintura de ella para aguantarla.

Por la fuerza que se iba lanzado dio el un paso para atrás, el beso se iba profundizando poco a poco y al darse cuanta de eso fueron entrando en la habitación, cerraron como pudieron la puerta sin separarse ni un segundo.

Juan la cargo mientras se seguían besando, con cuidado de no caerse se dirigió para la cama, la dejo con delicadeza encima de esta.

—Aguacates, ¿en serio?—dijo el con burla en su voz cuando se separaron sus labios.

—Son bonitos.—dijo ella mirando su pijama con un pequeño puchero.—¿Algún problema con eso?—pregunto ella cambiando su semblante a uno mas desafiante mirándolo.