Capitulo 2: Yo te...

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Capítulo 2: Yo te...

Varios días habían pasado desde aquella noche, la actitud bromista y chistosa volvió al capitán, divirtiéndose con sus amigos y actuando normal, las cosas volvían hacer como antes, todos cumplían con su labor en el Sunny Go, Franki armando nuevas armas para probar, Robin en el acuario leyendo un libro con una gran sonrisa, Chopper continuaba sus experimentos para crear nuevas medicinas, Usopp pescando medio dormido, Brook limpiado su violín con delicadeza y Sanji cocinaba una deliciosa cena para la noche.

El sol golpeaba y molestaba su rostro, a pesar de el gran sol hacia un viento perfecto, Luffy refunfuño buscando sombra, unos minutos pasaron para que Luffy bajase de la cabeza del Sunny en busca de sombra, más una idea surgió en su hueca cabeza, mirando alrededor en busca de alguien camino rumbo a aquella habitación.

-Supongo estará en su habitación-

Susurro caminando entre los pasillos, entonces llego y una sonrisa se plasmo en su rostro, suspiro y toco la puerta —¿Eh, Nami estas libre? —Pregunto entrando por la puerta y encontrándose con la navegante sentada frente varios planos, esta volteo y dio una sonrisa cariñosa —Estaba terminando unos mapas—Respondió concentrada en su trabajo, Luffy camino al sillón dentro de la habitación —Ya veo, dormiré un rato—Se acostó en el sillón y comenzó a dormir. Nami solo dio una leve risa y continuo con su trabajo, era un habiente tranquilo.

El atardecer callo y Nami había acabado con sus mapas, dio una gran bocanada de aire y volteo a ver al chico que dormía con tranquilidad en el sillón, sonrió y camino rumbo a él, se agacho y quedo frente a su rostro, lo miro con paz.

—Es vergonzoso que me quedes viendo—Hablo Luffy nervioso, volteo a ver a su navegante con un sonrojo en su perfecto rostro, dio una risa y la miro con cariño.

—Si estabas despierto pudiste haberme dicho—Reclamo la pelinaranja con un tierno puchero, el cual sonrojo a Luffy.

—Claro deberíamos bajar a comer—Hablo intentado escapar, intento que fue fallido al ver que Nami se había puesto en la puerta, esta cambio su semblante a uno serio —¿Nami? —Pregunto el capitán con curiosidad.

—El viento cambio aun que no es para tanto—Respondió aflojando su semblante —Me espantaste creí que me golpearon—Suspiro Luffy mientras caminaba de nuevo al sillón.

—A todo esto ¿Por qué viniste a verme? —Pregunto con curiosidad la chica sentándose junto a su capitán, lo miro por unos minutos y un leve rubor se formó en su rostro.

—No sé, tal vez contigo me siento tranquilo—Respondió melancólicamente, la miro y sus rostros quedaron cerca.

El sol ocultándose en el horizonte y la luna saliendo a alumbrar con su tenue luz, dos figuras mirándose fijamente con ojos de ansias, se acercaron poco a poco con delicadez y calma, sus labios rozaron a punto de juntarse en un beso.

—M-mira Sanji nos habla—Nerviosamente hablo la navegante intentándose zafar de aquella extraña situación, con un sonrojo en su rostro Nami escapo de la habitación, escapando de una situación incómoda.

—Si Sanji—Hablo a la nada con tristeza, se puso las manos en la cabeza y agito du cabello —Que estabas a punto de hacer Luffy, acaso eres idiota—Hablo para el mismo, tras unos minutos de tranquilidad coloco su sombrero en el escritorio y salió rumbo al cuarto de capitán.

Debía pensar sobre todo y nada, él no era así era la primera vez que se sentía extraño y no junto a los demás, simplemente estar cerca de Nami le hacia enloquecer, estaba extrañado, se tumbo en su cama boca bajo y cerro sus ojos.

Cuando abrió los ojos la fría noche le hizo entrar en razón, se había quedado dormido, miro la hora en el reloj de la pared, suspiro y salió de su habitación todos estaban dormidos excepto una chica, era su turno de hacer guardia. Luffy la vio desde el balcón de su habitación y suspiro, tomo rumbo a ella sin antes pasar por algo de carne en la cocina, se aconcho en el barandal de madera a un lado de la navegante.

—Dormiste un buen rato—Hablo la chica mientras veía la luna, esta misma sintió calidez cuando vio que luffy le había abrigado con uno de sus suéteres —La noche es fría, deberías tener cuidado—Mordió su carne con tranquilidad.

La noche era tranquila, en el ambiente había paz, la luna brillaba como nunca y dos siluetas cercanas se abrazaron, era repentinamente cálido para los dos, aunque también un poco vergonzoso, sus respiraciones combinaban el uno al otro, sus latidos exhibían su nerviosismos.

—Nami sabes tengo un secreto—Hablo el chico rompiendo el silencio con tenacidad, sonrió mirando a las estrellas.

—¿Qué tipo de secreto? —Pregunto la navegante curiosa, lo miro de igual forma esperando la respuesta.

—Mm ¿quieres saber? —Pregunto juguetonamente hacia la navegante, esta hizo un puchero el cual nadie resistiría.

—Ahora me dices, no me vas a dejar con la duda—Reclamo con una gran sonrisa triunfadora.

El sol salía la madrugada había llegado, Luffy sonrió con delicadeza y se despejo del abrazo, la miro fijamente y sabiendo que tal vez allí mismo acabaría su relación tomo la decisión, apretó sin fuerza los puños y suspiro.

—Lo pensé por mucho tiempo, después de lo que diré no quiero que nuestra relación se estropee—Explico con nerviosismo seguidamente trago saliva y continúo hablando frente a ella.

—Tal vez todo surgió cuando nos reencontramos, desde entonces me sentía confundido, no lo entendía—Paro un momento dudando, pero al ver el rostro de ella decidió continuar.

—O tal vez desde antes, pero no lo sabia pues no lo entendía, quise alegar estos sentimientos por el bien de los dos, bueno ese era mi pensamiento, creía que arruinaría todo—Trago saliva nuevamente y frente al sol saliente despejo las dudas surgidas de la chica.

—Pero ahora no me importa—sonrió nuevamente.

—Yo Te Amo, Nami—

Por tu bien (LuNa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora