Final

4 1 0
                                    

La noche empezaba a caer, el menor estába jugando con su conejito sobre aquella cama de hotel.

Hacía un par se horas había terminado aquella trajedia. Un cadáver d3scu4rtiz4do y un incendio provocado por un "accidente" soltó una risilla al recordar cada momento. Los gritos de dolor y sufrimiento, la sangre que recorría su piel, cada pedazo de carne extraído del cuerpo de su difunto ex-novio. Miró al conejo quién yacía acostato en sus piernas mientras soltaba un suspiro para luego negar y soltar una risilla.

Hacía mucho que esa sensación de adrenalina había desaparecido, hasta ahora que volvía a sentirse como un crío as3s1n4nd0 a su primer víctima. Soltó un último suspiro antes de acomodarse en la enorme cama. ¿Qué sería de su vida ahora? El arrepentimiento comenzaba a llegarle de golpe. Negó sacando aquella idea de su cabeza; todo estába bien, podía jurar que lo estába. Fue esa la primera noche que no logró dormir de forma cómoda, escuchaba su voz en su cabeza diciéndo que no había nada bien, que él volvería.

Los días pasaban y todo comenzaba a volverse tedioso. Aún sin su presencia, podía jurar que él seguía ahí.

Las fresas con chocolate no son para tiWhere stories live. Discover now