Lágrimas de Sangre ~ WHO MADE ME A PRINCESS ~

Capítulo 14: Pérdida

Buenas, buenas mis queridas lectoras. Como dije estoy aquí para traerles un mini maraton que iré actualizando, en estos días, estamos entrando en el jugo del nudo abrá que ver si lo resisten. Jijiji.

Recuerden dejarme su voto y sus bellos comentarios.

Mucho amor.

P.D: Les deje ese link para que escuchen la canción minestras leen. ^u^

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Athanasia se inclinó con cortesía y perfecta etiqueta ante el Emperador. Su vestido sencillo y colorido, daban ese toque de humildad y belleza que tanto caracterizaba en estos días a la primera princesa, más sin embargo...

—Saludos y Bendiciones al Sol de este Imperio.

Su voz era fría y distante, nada de lo que una vez fue.

Claude frunció el entrecejo al verla, nuevamente, ser tan distante y seca con él.

¿Por qué su cruel trato lo lastimaba y abrumaba de tal manera?

Su ser irracional nuevamente comenzaba a salir, no quería hacer las cosas de esta manera, había una razón por la cual había sido guiado hasta aquí, había una razón de porque su cuerpo caminaba hacia ella, había una razón del porque su corazón pedía a gritos socorrer en su auxilio.

—¿Has sido tú? —cuestionó, para aproximarse al matorral de rosas que se encontraban cerca de él.

Athanasia no lo miraba, tenía el flequillo cubriéndole los ojos, el ardor en su mano era insoportable tanto como el hecho de estar frente a él. Quería evitar encontrarse con él, pero parecía ser su destino siempre y cuando continuara viviendo en el palacio.

—Así es —confirmó, le importaba poco el hecho si la reprendía o no por haber restaurado los jardines del lado sur.

Claude miró las rosas por unos momentos, se veían hermosas y pintorescas. Hace años el había destruido todo esto por una razón que no recordaba, esa sensación de sentirse abrumado por la persona desconocida que cada noche venía a verlo, a torturarlo.

Dirigió su vista a ella, la sangre continuaba goteando manchando la rosa que hace no mucho llevaba en su mano, tenía tantas cosas que decirle, quería formular preguntas para iniciar y continuar una plática con ella, quería tomar parte de su tiempo, quería...

—Tú...

—¿Puedo retirarme, Su Majestad? —lo interrumpió de sobre manera, no le permitió siquiera decir algo digno y coherente cuando ya le estaba pidiendo permiso para irse, cuando ya estaba marcando esa distancia entre ellos.

Claude arqueo una ceja ante su comportamiento.

—¿Estás demasiado ocupada? —cuestionó

—No, la verdad es que no, pero no deseo quitarle su valioso tiempo conmigo —comentó mientras evitaba mirarlo a los ojos— Ha de tener mejores cosas que hacer usted.

Athanasia esperaba que se molestará y dijera algo hiriente para así permitirle el retirarse, pero estuvo lejos de lo que pensó o siquiera previo.

—Estoy dando un paseo

Athanasia arrugo la frente ante su respuesta. ¿Qué diablos estaba ocurriendo aquí?

—Bueno, no quiero interferir en su paseo, Su Ma...