Capítulo 3: Pequeña sonrisa.

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Generaré dudaaas, pero tranquilas esa es mi intención. 😈😈

Cualquier duda solo respondo en el grupo de Facebook. (Ahí si les puedo responder con imágenes o un gif divertido)😂😂

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Los dedos de su mano derecha, de Claude, no dejaban de golpear la madera de su escritorio, su mano izquierda sostenía su frente, mientras su codo estaba recargado. Su cejo seguía fruncido y su cuerpo se encontraba tenso. El rostro de esa niña no salía de su cabeza.

Félix quien se encontraba tenso por la magia que Claude estaba liberando, no se atrevía a moverse, es más su respiración era casi desapercibida a la vista humana.

—Estúpida.

Félix supo de inmediato de quien se trataba, soltó un suspiro sonoro. Después de que dejaron el Rubí, Claude no dejaba su mal humor, regañaba a quien hiciera mal su trabajo, a quien lo hiciera bien, a quien pasará por los pasillos, a quienes se atrevían a pedir una reunión con él. Las únicas que se habían salvado de su mal humor habían sido las princesas, Zenith porque no quería molestarla y Athanasia porque lo estaba evitando.

De hecho, la actitud de la princesa Athanasia, hacía enfadara cada vez más al Emperador, ella cada mañana venía a saludarlo. Ahora ya no era así. Siempre le enviaba algún tonto detalle. Ahora ya no era así. Lo invitaba a tomar el té con ella. Ahora tampoco recibía invitaciones.

El emperador, y a decir verdad él mismo, no entendían el cambio de actitud de la princesa.

Tenía que hacer algo por la princesa.

¿Pero qué hacer? ¿Qué?

Respiro profundo para exhalar todo el aire retenido en sus pulmones. Solo tenía una salida para protegerla.

—Su Majestad - Félix se arrodillo ante él.

Claude abrió los ojos ante su acción. Félix solo se había arrodillado ante él una sola vez en la vida y eso fue cuando juro protegerlo de todo y de todos lo que se atrevieran a alzar su mano contra él. Siempre ha sido un hombre muy leal.

—Habla.

—Su Majestad, permita que yo sea el guardián de la primera Princesa.

Claude dejo de recargarse en el escritorio y se recargo por completo en su asiento. Su rostro tenía la incredulidad dibujada en cada facción de este.

—¿Qué has dicho?

—Deje que yo me haga cargo de la Princesa Athanasia.

Su rostro cambió en un minuto. ¿Él hacerse cargo de su hija? ¿acaso Robain pensaba que permitiría que él tomará el rol de padre con ella? La respuesta era un rotundo no. Su sangre comenzaba a hervir dentro sí, quería golpearlo en el rostro. Se sentía realmente furioso con la persona que se suponía era su leal lacayo. ¿Cómo se le ocurría proponer semejante locura?

—No.

—Su Majestad, por favor - volvió a rogar Félix desde su posición.

—Robain. - le advirtió el Emperador.

—La Princesa tiene razón, lo mejor será que me utilicen como un mediador para tratar entre ustedes. - le refuto Félix

—¿Y por eso quieres jugar a ser su padre?

Félix entendió el peso de sus palabras. ¿Acaso quieres ser el Emperador? También se podían malinterpretar sus palabras de esa forma, él no era un traidor y jamás lo sería, él siempre pelearía por lo que consideraba correcto. Y su corazón le gritaba, le rogaba, le imploraba que esto era lo correcto. Sabía a lo que se atenía si es que continuaba insistiendo por la "custodia" de la Princesa Athanasia.

Lágrimas de Sangre ~ WHO MADE ME A PRINCESS ~Where stories live. Discover now