Capítulo 15: Lamentos y Corazones rotos: Parte lV

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Escitora Mood: Sadico (On)

Esto pasa a ser una novela R18+

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Yuden, un territorio boscoso, rodeado de grandes montañas que formaban una increíble muralla alrededor de la capital principal del país, fuerte e impenetrable, pero con la desventaja de que, en las provincias, vivían miles de mercenarios y bandidos, sujetos realmente peligrosos que se escondían por la densa niebla que creaba el ecosistema de manera repentina y extraña.

Un país perfecto para conseguir esclavos, un país perfecto para no volver hacer encontrado, un país que podía caer en cualquier momento en la ruina, ya que su población con el pasar de los años fue disminuyendo y su turismo y economía ha ido en picada.

El territorio no ha sido explorado en su totalidad, ni siquiera por sus mismos ciudadanos y que, aunque vivían con normalidad, tomaban sus propias precauciones, ya que la niebla era un arma de doble filo ante los peligros que ella traía.

Podía ser un manto de protección o podía arrastrarte al infierno.

Un lugar terrible para una princesa.

La densa oscuridad de la noche cernía por el espeso bosque, en algún lugar remoto de este, una pequeña cortina de humo subía entre las ramas y espesas hojas verdes de los árboles, una pequeña fogata brindaba apenas el calor necesario para las cuatro personas que buscaban calor en aquella noche tan helada.

Se encontraban callados, abatidos y con un semblante demasiado triste, en algunos de ellos las lágrimas yacían en su rostro, pero pese a ello se quedaban callados ante su perdida, ya que a su líder no le gustaba el llanto.

Lo que más despreciaba era eso...

Ver a la gente llorar.

Regan se mantenía lejos de su grupo, se miraba serio y absorto en sus pensamientos. Su mirada iba de uno a otro, contándolos con la mirada.

«Uno, dos, tres...»

Y con él serían cinco, su cejo se frunció. Volvió a contar.

«Uno, dos, tres...»

—¡Tsk! —chasqueo la lengua.

Ahora les hacía falta uno.

—Estúpida niña... —murmuro para sí mismo.

Tenía demasiadas ganas de encontrarla.

Sus ojos se mostraron sombríos y peligrosos ante la imagen de tenerla en sus manos. No, no iba a matarla, ni siquiera a torturarla lentamente hasta la muerte, no... Su castigo sería peor que eso.

Si solo se hubiera dejado capturar... habría sido violada por su grupo y vendida, para seguir siendo violada por quién la comprará o para ser una mera esclava, todo dependía de su suerte.

Era una hermosura de chica, pagarían una cantidad exorbitante de dinero por ella.

No era nada personal, anteriormente no sería así, pero ellos también tenían que conseguir dinero para comer y sino comían morían y, en la supervivencia, las escorias eran las que menos querían morir.

Regan conocía tan bien su papel, como el de los suyos, en la sociedad... no eran aceptados, y ya no buscaban serlo. Tantos años siendo tratados como escoria se acostumbra a comportarse como tal.

Tenía que encontrarla.

Estaban tan ensimismados en su perdida y en la rabia que cerca de ellos, sin siquiera ser notado, se encontraba un sujeto con el cabello marrón y una capa que parecía adhería a su cuerpo como una segunda piel, que ondeaba sin la necesidad del viento.

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⏰ Última actualización: Mar 19 ⏰

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Lágrimas de Sangre ~ WHO MADE ME A PRINCESS ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora